Concebida para almacenar información, la red de servidores remotos conocida como “la nube” se convirtió en un recurso estratégico para la industria de la seguridad electrónica.
Por Álvaro León Pérez
Se calcula que más del 90% de las empresas dispone actualmente de plataformas tipo Vigilance as a Service (VSaaS), concepto que se refiere a los sistemas de videovigilancia alojados en la nube. La disponibilidad de una banda ancha cada vez más potente y el desarrollo de los servicios de nube son solo un par de los factores que
han incidido en el auge de esta tecnología.
Ventas de Seguridad se adentró en el tema para conocer cuál es el panorama actual de la videovigilancia en la nube, así como las tendencias y desafíos que van a determinar su futuro en el mercado.
¿Porqué es tan popular está tecnología?
La escalabilidad, flexibilidad y acceso remoto son algunas de las características que destacan los expertos sobre los entornos cloud. Igualmente, se ha dicho que los sistemas VSaaS son una alternativa económica, multifuncional e intuitiva, cuyas actualizaciones de ciberseguridad son suministradas por medio de la misma nube, con un mayor grado de protección en comparación con las actualizaciones manuales.
“La vigilancia como servicio es una gran mejora, ya que no hay servidores ni otros equipos in situ. A los usuarios les gusta que no se requiere una gran inversión porque la videovigilancia en la nube se vende por suscripción. La empresa sólo paga por lo que utiliza y el mantenimiento corre a cargo del proveedor de la nube”, explica Jorge Rocca, gerente de Ventas para Sudamérica de la compañía estadounidense Eagle Eye Networks.
Adicionalmente, este tipo de solución permite gestionar centralizadamente un número ilimitado de cámaras y ubicaciones, lo cual resulta rentable al obtenerse un retorno de la inversión mediante las ganancias derivadas de una mayor eficiencia operativa.
Seguridad de los datos: prioridad de los usuarios
La videovigilancia en la nube no siempre tuvo su aceptación actual. Al principio, los fabricantes tuvieron que apaciguar ciertas reservas de los clientes, relacionadas con los costos, la privacidad de los datos, la seguridad de las organizaciones y la confiabilidad de la infraestructura en la nube.
Consultado al respecto, el CRO de la empresa Arcules, Steve Prodger, manifiesta que la privacidad, en particular, “ha sido una preocupación importante para las organizaciones que manejan información confidencial, ya que almacenar datos de videovigilancia fuera de las propias instalaciones implica la transmisión y el depósito de estos en servidores remotos”.
Expertos como Darren Leearmonth, CTO de Acre Security, corroboran la opinión de Prodger: “La mayor preocupación que solemos ver es la seguridad en línea. Los usuarios quieren tener la certeza de que sus datos están seguros y disponibles en cualquier momento en que los necesiten”, señala.
Otras objeciones han tenido que ver con la soberanía de los datos, la dependencia de internet y la capacidad de herramientas basadas en inteligencia artificial para reemplazar la supervisión humana.
Despejando las dudas
Actualmente, un sistema de videovigilancia en la nube tiene los recursos suficientes para detectar y resolver desafíos de seguridad como ataques de Denegación Distribuida de Servicio (DDoS), malware, ransomware, phishing e ingeniería social dirigida a sus administradores.
En caso de pérdida de datos por fallas del hardware, errores humanos o, incluso, desastres naturales, estas plataformas generan copias automáticas de respaldo gracias a sus capacidades de recuperación. También monitorean la actividad de los operadores e identifican amenazas internas y acciones no autorizadas por parte de usuarios privilegiados.
Gustavo Carlos, Country Manager para Perú y Bolivia de la empresa AxxonSoft, enfatiza en la confiabilidad de las plataformas cloud: “Los proveedores gestionamos la infraestructura para remediar vulnerabilidades, así como parches de seguridad, reduciendo el riesgo. Además, ofrecemos replicación de datos en varias ubicaciones, brindando redundancia y asegurando la disponibilidad de la información, incluso si hay interrupciones regionales”, precisa.
Por su parte, Carlos Mateus, director de Desarrollo de Negocio de la empresa ITAC pone de relieve que hoy existe un uso generalizado de medidas de cifrado, acompañadas de controles de acceso y autenticación para proteger los datos sensibles almacenados en la nube. Recientemente, ITAC ganó el premio Latam Digital de Interlat, en la categoría de Seguridad Digital.
En similar sentido se pronuncia Darren Learmonth de Acre Security, al manifestar que las auditorías periódicas y las actualizaciones son cruciales, al igual que tomar medidas de encriptado y autenticación de dos factores.
Cumplimiento y gobierno de datos
Existen normas internacionales para garantizar que la industria de sistemas de seguridad en la nube proteja los datos y la privacidad de los usuarios. Entre estas regulaciones se incluyen la ley federal estadounidense Health Insurance Portability and Accountability Act (HIPAA) y el reglamento europeo General Data Protection Regulation (GDPR).
De igual manera, empresas como Arcules y Eagle Eye Network, optan por someterse a la auditoría SOC 2 Tipo 2, un estándar internacional desarrollado por el American Institute of Certified Public Accountants que se utiliza para evaluar los controles de seguridad establecidos por los proveedores de nube.
“Estamos orgullosos de cumplir con el SOC 2 Tipo 2. Nuestro sistema ha sido probado y auditado por un tercero independiente para proporcionar un alto nivel de seguridad”, relata Steve Prodger.
“En Eagle Eye Networks contamos con la ISO 27001 y también llevamos a cabo pruebas PEN de manera periódica”, comenta a su vez, Jorge Rocca sobre el estándar para la seguridad de la información aprobado y publicado en 2005 por la International Organization for Standardization y por la International Electrotechnical Commission.
Nubes híbridas: beneficios vs privacidad
Alojar un sistema de videovigilancia en una nube híbrida es una alternativa interesante para cubrir necesidades específicas de seguridad, ya que los datos sensibles permanecen en las instalaciones, mientras que los demás se almacenan en la nube. “Este enfoque ayuda a equilibrar los beneficios de VSaaS con las necesidades de privacidad”, continúa Prodger.
Sobre esta opción, los expertos de AxxonSoft indican que aunque la nube ha desempeñado un papel significativo en el avance de los sistemas de videovigilancia, la fuerza principal detrás de su evolución ha sido la creación de soluciones híbridas intermedias.
“En lugar de un cambio repentino a la nube, las organizaciones han integrado tecnologías basadas en la nube con la infraestructura local existente. Así, pueden adaptar sus soluciones y satisfacer sus necesidades, asegurándose una transición fluida hacia entornos de vigilancia más sofisticados y adaptados al futuro”, indica Aslan Gasparyan, director de Desarrollo de Negocios para México, Colombia y Panamá de dicha compañía.
Un rubro en crecimiento
Como se observa, los avances en ciberseguridad y la documentación de casos exitosos han provocado el aumento de la aceptación de la videovigilancia en la nube. En ese sentido, la receptividad de los usuarios ha variado según el tipo de industria, la ubicación geográfica, el tamaño de la organización, la infraestructura de la nube regional y las prácticas de seguridad adoptadas.
“Se mejoraron las ofertas, se invirtió en infraestructura y se demostró seguridad y eficiencia operativa. Los usuarios terminaron de convencerse a medida que conocían buenos resultados en diversos sectores”, afirma Aslan Gasparyan.
Su versión es avalada por un estudio reciente de Novaira Insights, según el cual el mercado mundial de videovigilancia, sin contar a China, cerró 2022 con una tasa de crecimiento del 13,2%. La compañía de inteligencia de mercados indicó que el rubro tuvo un impulso significativo en regiones como Norteamérica, donde el aumento de instalación de cámaras conectadas a la nube fue superior al 80% el año pasado.
El valor agregado de la inteligencia artificial
La IA se ha convertido en un complemento estratégico de los sistemas de seguridad en la nube, especialmente los de videovigilancia, porque posibilita una mayor detección de brechas y entrega respuestas automatizadas a las mismas. Así, muchos proveedores han desarrollado algoritmos avanzados que analizan patrones de comportamiento y anomalías en tiempo real, lo que facilita la identificación y mitigación de riesgos.
“La sinergia entre la IA y los sistemas de seguridad en la nube evolucionará aún más en los próximos años, con un mayor uso de técnicas de aprendizaje automático y algoritmos predictivos. Así tendremos una detección más temprana de amenazas, una adaptación proactiva a los nuevos vectores de ataque y una respuesta más rápida y precisa ante incidentes de seguridad”, sentencia Carlos Mateus, ejecutivo de ITAC.
Los algoritmos potenciados por IA procesan y analizan datos de video en tiempo real, gracias a lo cual reconocen y hacen seguimiento de objetos a un nivel avanzado. Estas funcionalidades han abierto la puerta a una supervisión más precisa de las cámaras de seguridad, reduciendo las falsas alarmas.
Otros beneficios aportados por la inteligencia artificial son las búsquedas de imágenes basadas en contenido, con el objetivo de ubicar incidentes específicos en grandes cantidades de video, a la par que se identifican patrones de comportamiento sospechosos que pueden pasar desapercibidos en sistemas tradicionales. Esto incluye la identificación de accesos no autorizados, merodeo, comportamiento inusual de multitudes u objetos abandonados
Gustavo Carlos, ejecutivo de AxxonSoft, profundiza en las bondades del análisis de imágenes mejorado con inteligencia artificial, al señalar que “los algoritmos de IA aprenden continuamente a partir de los datos, lo que significa que paulatinamente el sistema se volverá más preciso y capaz de detectar nuevos tipos de amenazas y patrones”.
¿Qué hacer con equipos dispersos?
La administración centralizada de cámaras ubicadas en muchas ubicaciones distintas convierte a la videovigilancia en la nube en la solución ideal para empresas con trabajo híbrido o remoto. Además, la escalabilidad hace que se puedan añadir ubicaciones y cámaras adicionales en cualquier momento, sin que se requiera una marca específica de equipos.
“La videovigilancia en la nube utiliza una API abierta para que los sistemas de gestión de vídeo puedan integrarse con un número ilimitado de socios tecnológicos y personalizar el sistema según las necesidades de la empresa. Los propietarios disfrutan de un fácil acceso y supervisión remota gracias a la arquitectura basada en la nube”, dice Jorge Rocca, de Eagle Eye Networks.
Sobre esto, Carlos Mateus, de ITAC, explica que “estos sistemas están diseñados para funcionar de manera eficiente en entornos descentralizados y asegurar la integridad y confidencialidad de la información, permitiendo a los empleados trabajar de manera remota o híbrida con seguridad”.
En cuanto al desempeño del sistema, indica que la capacidad de procesamiento en la nube permite manejar grandes volúmenes de datos y garantizar un acceso rápido y confiable a los recursos para el trabajo remoto con un rendimiento óptimo. Asimismo, es posible implementar autenticaciones multifactoriales y políticas de acceso basadas en roles para asegurarse de que solo los usuarios autorizados puedan acceder a la información.
“Los sistemas de seguridad en la nube utilizan protocolos de cifrado para proteger los datos mientras se transfieren entre los dispositivos de los empleados y los servidores en la nube. Además, los datos almacenados están encriptados, brindando una capa adicional de seguridad”, añade Mateus.
Próximos desafíos de la industria
La constante aparición de nuevas amenazas cibernéticas hace que las actualizaciones de seguridad sigan siendo indispensables para evitar ataques y accesos no autorizados. En consecuencia, la capacidad de los proveedores para ofrecer parches en tiempo real será clave para mantener una nube segura, eficiente y compatible.
En relación al futuro de la sinergia entre la inteligencia artificial y los sistemas VSaaS, los expertos consultados por Ventas de Seguridad opinan que vendrán desarrollos relacionados con una precisión mejorada, IA en el borde (cámaras y dispositivos) e integración con el internet de las cosas (IoT). Además, anticipan que la IA reconocerá comportamientos humanos complejos, gestos y emociones, permitiendo monitoreos más profundos y contextuales.
Carlos Mateus lo resume de manera contundente: “Los sistemas de videovigilancia en la nube han resuelto los desafíos de la protección de datos, la prevención de riesgos y el cumplimiento de las normas. Sin embargo, los retos futuros implican seguirse adaptando a la evolución de las amenazas, fortalecer la protección de datos sensibles, cumplir con las regulaciones globales y facilitar la colaboración y coordinación entre múltiples actores en el entorno de la nube”.
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