Convergencia, evolución tecnológica, menores costos y mayor utilización son las tendencias que en los últimos años han marcado la evolución de los sistemas biométricos.
Por Alejandra García Vélez
La identidad puede considerarse como uno de los bienes más preciados del ser humano, especialmente ahora que se tiene la oportunidad de utilizar cada pequeño rasgo del cuerpo como un registro que permite diferenciar a unas personas de otras, gracias a las características únicas de cada uno.
El desarrollo de la tecnología biométrica y su implementación cada vez más extendida en diferentes escenarios, desde registros gubernamentales, pasando por identificación empresarial hasta llegar a su utilización residencial, hacen de estos sistemas un mercado en crecimiento y con alto potencial de desarrollo, especialmente en la medida que los equipos se vuelven cada vez más precisos y sus costos de implementación siguen bajando.
Tecnología en evolución
Los métodos de identificación biométrica son muchos y variados pero la huella digital es sin duda el más conocido y utilizado, mientras que otros como el reconocimiento facial, la geometría de la mano, iris o retina siguen ganando popularidad, al igual que aquellos que no dependen de las características físicas del individuo sino que apelan a elementos como la firma o la voz.
Precisamente, Gustavo Suhit, CEO de Biometrika, compartió las diferencias existentes entre los diferentes sistemas biométricos en cuanto a fiabilidad, facilidad de uso, aceptación y estabilidad (Tabla 1).
Por ejemplo, la identificación por medio de la lectura del iris presenta un nivel de aceptación medio, a pesar que su fiabilidad y resistencia a ataques es muy alta, lo anterior, probablemente, a raíz que en el item de facilidad de uso se ubica en un nivel medio. Lo mismo ocurre con los sistemas por retina que son más difíciles de implementar lo que disminuye su utilización aunque sea de los métodos más fiables y seguros.
En el mismo sentido, el uso de la escritura y la firma sigue siendo de los más aceptados y utilizados a pesar de ser más vulnerables a ataques y menos fiables. Aún así, existen tecnologías que combinan perfectamente la usabilidad, con la aceptación la fiabilidad y la seguridad. Es el caso de las huellas dactilares o la identificación vascular de mano y dedo.
Esta evolución tecnológica es fundamental para maximizar la utilización de sistemas de este tipo en los diversos sectores productivos. Así lo afirmó Suhit, “en la medida que se incorporaron nuevos jugadores en el campo de la biometría, mejoraron las tecnologías y disminuyeron los costos de los dispositivos de captura, aumentaron los beneficios para el cliente, lo que en conjunto con el trabajo de capacitación en el rubro, ha hecho que la tecnología ya no se cuestione, y se vea como un valor agregado importante en todos los procesos de negocios dentro de una empresa”.
El funcionario también señaló que entre los métodos que mayor crecimiento ha presentado en los últimos años se encuentra el uso de biometría facial, el cual se está expandiendo gracias a la facilidad de contar con cámaras integradas a bajo costo en casi todos los dispositivos.
Por su parte, Humberto De la Vega, vicepresidente de ventas para América Latina y El Caribe
de HID Global Corporation, señaló que la tendencia más importante actualmente es la integración de varias tecnologías, incluyendo los elementos biométricos, en soluciones más prácticas.
El funcionario puso como ejemplo la posibilidad de convergencia ente accesos físicos, como abrir una puerta, y lógicos, realizar un login en la computadora, hacia una sola plataforma, creando así soluciones de identidad más capaces y unificadas.
“La convergencia mejora la seguridad al permitir que una sola tarjeta inteligente pueda soportar múltiples métodos de autenticación, al mismo tiempo que las organizaciones cumplen con sus requerimientos regulatorios”, afirmó De la Vega.
Y agregó que “También se reducen costos al consolidar tareas, que incluyen la fuerte autenticación en las estaciones de trabajo y abre nuevas oportunidades de mercado para un sólido acceso lógico al hacer que el despliegue sea más sencillo y más accesible para todo tipo de empresas, incluyendo a las pequeñas y medianas”.
Asimismo, es necesario destacar la evolución sufrida por las tarjetas inteligentes que incorporan biometría, en las cuales se observa un rápido crecimiento en cuanto a la adopción de esta tecnología que se espera continué aumentando en el transcurso del año gracias a su conveniencia.
“A medida que se utilizan para más aplicaciones, las tarjetas inteligentes contienen cada vez más información que debe ser protegida. Las tarjetas necesitan más elementos de protección de la privacidad y, al mismo tiempo, deben ser capaces de validar y asegurar las identidades”, explicó De la Vega.
El representante de HID Global Corporation resaltó además que lo anterior ha creado un incremento en la necesidad de proteger estos dispositivos “hay un incremento en la demanda de capas múltiples para la seguridad de las tarjetas, incluyendo dos factores de autenticación para validar las identidades, así como plantillas biométricas que son almacenadas dentro de la tarjeta”, puntualizó De la Vega.
Mercado en demanda
Si bien es cierto que los usos mas frecuentes de la biometría se relacionan con el control de acceso, poco a poco está llegando a otros sectores y a utilizarse en todos los procesos de negocios de las empresas, tales como aprobaciones de pagos, retiro de valores, contratos electrónicos o acceso a sistemas.
Lo anterior se debe a un proceso de maduración que en los últimos años ha potenciado la aceptación de nuevas tecnologías. “Hoy en día se asume sin cuestionamientos la utilidad y el valor agregado de la biometría”, afirmó Suhit, después de relatar que hace cinco o seis años, cuando una empresa de productos biométricos visitaba un cliente, primero debía explicar en que consistía la tecnología, mostrar como se usaba y convencer al usuario de que era confiable y estable.
Esta realidad se ve reflejada en América Latina, donde en los últimos años se ha avanzado bastante en la adopción de este tipo de sistemas. Una de las razones es la migración que muchos países están realizando en documentos como cédulas y pasaporte en los que se incluyen datos biométricos.
Además, Suhit resaltó que se está llevando a cabo un trabajo orientado a la estandarización de las diversas tecnologías que permitirá una reducción en los costos y mejoras en la interoperabilidad de las soluciones, derivando en mejoras continuas para el uso cotidiano.
En concordancia con las percepciones de Suhit está el punto de vista de De la Vega, quien recalcó el importante rol de la convergencia y señaló que entre los elementos que están impulsando este crecimiento están los proyectos gubernamentales en ejecución actualmente, así como un incremento en su utilización para transacciones remotas y comercio electrónico.
“Los nuevos programas de identificación son cada vez más una oportunidad para aumentar la eficacia, proteger y asegurar la identidad del titular. En esta década, veremos un creciente número de proyectos que demandarán credenciales identificatorias de propósitos múltiples, que funcionen con eficacia en múltiples niveles adicionales, tales como el ingreso a instalaciones seguras, el cruce más rápido de fronteras o el acceso a servicios sociales y de salud”, puntualizó De la Vega.
El funcionario agregó que la mezcla de diversas tecnologías, entre las que destacan los elementos biométricos, en combinaciones personalizadas en una sola credencial son la clave para aportar mayor seguridad y valor que cualquier otra solución.
Más allá de la huella
La huella dactilar ha sido el sistema biométrico rey durante muchos años, pero hoy existen muchas más opciones que pueden utilizarse según las necesidades particulares del cliente y las ventajas que pueda ofrecerle un sistema sobre otro.
Suhit reconoció sin vacilaciones que la huella sigue siendo el método dominante dado que existen numerosas bases de datos construidas utilizando dicha tecnología, además de llevar la delantera haber sido una de los primeras técnicas utilizadas masivamente.
Sin embargó, Suhit señaló que “en los últimos años está avanzando la biometría facial, dado que casi todos los dispositivos como celulares, Tablet o netbooks tienen incorporada una cámara con la potencia suficiente como para verificar la identidad de una persona a través de ella. Además, hay ambientes hostiles que no permiten el uso de huellas, como son la minería o los puertos, donde se hace necesario implementar tecnologías como la geometría de la mano o mapa de venas”.
Sobre el mismo tema, De la Vega explicó que entre las nuevas tecnologías que están tomando fuerza se encuentran la biometría vascular y del iris, aunque no gozan de tanta popularidad al ser relativamente caras comparadas con las huellas digitales.
Aún así, el vicepresidente de HID Global aseguró que “el sector de la biometría continuará viéndose beneficiado por los desarrollos tecnológicos y operacionales, la amplia adopción y aceptación por parte de clientes y usuarios, así como por el desarrollo de nuevos estándares de seguridad”.
De hecho, De la Vega afirmó que espera un crecimiento continuo del sector, a una tasa anual del 23%, al menos hasta 2014. Además, señaló que los sistemas de identificación mediante reconocimiento facial, huellas digitales, iris e identificación automatizada de huellas hacen parte de los productos líderes, contando con altas tasas de aceptación y llegando a constituir el 80% del mercado.
Finalmente, frente al rol de América Latina en este escenario, aseguró que en el futuro la región adquirirá un papel más prominente en la creación de programas de identificación nacional seguros y exitosos.
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