Los dos últimos años han sido convulsionados para la mayoría de los países de América Latina, con situaciones que han traído consecuencias directas a la industria de seguridad electrónica, afectando el crecimiento sostenido que traía años atrás.
El dólar ha sido uno de los principales factores. La devaluación de las monedas de la región frente al dólar hizo que muchos proyectos se frenaran y postergaran debido al aumento del costo de los productos y sistemas requeridos que se deben importar.
El tema político también ha influido directamente en la industria de seguridad electrónica. Los cambios de gobierno, escándalos de corrupción y destituciones de presidentes, han paralizado inversiones públicas y hasta afectado la economía. Y el sector gobierno es uno de los clientes fuertes de nuestra industria.
Para muchos fabricantes, distribuidores e integradores con los cuales hemos tenido la oportunidad de hablar, en 2017 la industria de seguridad electrónica debía despegar nuevamente, pero la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su discurso hacia México, hizo que en la región el miedo reinara ante la inversión.
Pero el panorama comienza a cambiar. La economía ya asumió que el dólar alto frente a las monedas regionales seguirá por unos años más y las empresas requieren las soluciones que habían postergado realizar y han ajustado sus presupuestos.
La expectativa para el segundo semestre de 2017 es alta. Ahora es el momento para que toda la industria, léase, fabricantes, distribuidores e integradores, hagan su mejor esfuerzo para llegarle a los clientes con servicio, innovación, de alta calidad y valor agregado, que permita ejecutar los proyectos pendientes y seguir creciendo.
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