El punto débil de los profesionales

Por: Duván Chaverra Agudelo

Durante las ferias de seguridad que se realizan en América Latina y los Estados Unidos donde VENTAS DE SEGURIDAD ha estado presente, uno de los temas que más se conversan en las tertulias entre ingenieros o gerentes es el de la capacitación. Es esas charlas entre colegas generalmente se llega a la conclusión de que por muchas razones nuestros profesionales dejan ver fallas en algunos aspectos, bien sea técnicos o administrativos, los cuales afectan directamente el desempeño de una empresa.

La falta de conocimiento o de actualización induce en muchas ocasiones a que los profesionales cometan errores durante un proceso de asesoría de venta, de comercialización, de servicio técnico entre otros problemas que si no se cuentan con las habilidades apropiadas para superarse causan afectan la imagen y el servicio de una compañía.

Es por eso que en esta oportunidad invitamos a tres expertos en el tema, que por su amplia experiencia dentro de nuestra industria analizarán los motivos por los que algunos de los profesionales no se capacitan, y además, hablarán de posibles soluciones para mejorar esta situación. Ellos son Aldo Flores, director General de NGS Group; Germán Cortés, gerente de consultores técnicos de Insetrón, y Ricardo Abréu, director del mercado Latinoamericano y de El Caribe de Future Fibre Technologies.

Las razones
Los invitados expusieron varios puntos de vista que llegan a la misma conclusión: la falta de interés generalizado en las empresas del segmento por mantener capacitados a sus profesionales, además de que, según las fuentes, los programas para capacitarse aún son deficientes.

“No existe formalismo en estos temas. Por un lado, no hay programas de capacitación serios y constantes. Por otro lado el profesional se acostumbró a aprender en la marcha de los proyectos y de manera autodidacta leyendo los manuales de fabricantes. Considera que con la práctica diaria es suficiente y las obligaciones y afán del día a día hace que no se valora el conocimiento teórico o práctico recibido de manera formal”, comentó Germán Cortés.

Sobre este mismo asunto, Ricardo Abréu opinó que “pienso que se debe mayormente a la falta de iniciativa por parte de los empresarios. En el momento de una capacitación los favorecidos para hacerla son los gerentes en lugar de los técnicos, quienes al final son los que directamente invierten su tiempo en el campo”.

Aldo Flores asegura que muchas empresas pasaron de ofrecer productos para seguridad privada a vender un paquete completo que incluye al sector electrónico sin contar con el conocimiento suficiente ni la capacitación adecuada, lo que da como resultado una deficiente asesoría y fallas en la prestación del servicio”.

El invitado agrega que la falta de normatividad y el ahorro de recursos en las empresas también influyen en las deficiencias en capacitación.

“Sabemos que no existen las normas internacionales suficientes para regular el desempeño de las diferentes tecnologías, depositando en el uso y eficiencia del rendimiento de algunas marcas el que se establezcan ciertos estándares 'de facto', lo cual es un falso camino para tratar de lograr cierta homogeneidad tanto en el diseño como en la implementación de las soluciones. Esto, aunado a que ante la problemática actual de la maximización de los recursos de las empresas no se considere a la capacitación como una necesidad básica para la supervivencia, razón por la cual no se realizan programas formales ni constantes de capacitación para el personal”.

Área técnica: Los ingenieros y técnicos también están cometiendo grandes errores, al olvidarse de las prácticas tradicionales de los reglamentos eléctricos (NFPA 70 o NEC) e instalar los diferentes elementos sin las condiciones mínimas necesarias. Prefieren instalar más cantidad y olvidar la calidad. Obviamente hay presión de gerencia que solo le interesa facturar a corto plazo, pero olvida que a largo plazo el negocio también debe ser rentable. Al no existir una metodología de instalación, ni una base mínima de exigencia, los sistemas se terminan instalando para garantizar que funcionen el día de la entrega final, pero no a largo plazo. Vivir en una doctrina de informalidad lleva a prácticas que son consecuencia de dolorosas y cuantiosas actividades de prueba y error, maltratando al usuario final y dejando el nombre de nuestra industria bastante apaleado.

Aldo Flores, de NGS México también dio su punto de vista sobre este tema, dividiéndolo en varias categorías donde más fallas ha encontrado: Planeación deficiente, fallas en la logística de proyectos, errores en la dirección, control de servicio y de calidad, además de las deficiencias en el diseño de la ingeniería e instalaciones.

Consecuencias para la industria
Los invitados dejaron ver su preocupación con respecto a cómo está y cómo puede quedar la industria si continúan presentándose esas fallas en capacitación de manera reiterativa; todos coinciden en que la imagen de la seguridad ahora no es la más ideal.

“Seguimos estando atrasados y fuera del campo tecnológico de este siglo y por ende nos seguiremos empobreciendo más y más, la prueba es muy elocuente todo está progresando: más educación, más avance, más industria, más tecnología, entre otros”, opinó Ricardo abréu.

Por su parte, Aldo Flores enfatiza en que si no hay un cambio los profesionales de la seguridad continuarán ofreciendo productos que a la postre no serán los más adecuados: “Esto afecta en que los profesionales no capacitados generalmente presentan soluciones a menor costo, incompletas, ineficientes o desactualizadas, pero que a la larga resultan en una mayor inversión para corregir las deficiencias, lo cual afecta a la industria, ya que se ofrece una imagen de baja calidad o poca confiabilidad de los profesionales que en allí trabajan, además de que se descalifica a empresas más calificadas”.

Una percepción similar tiene Germán Cortés al respecto y además asegura que los visitantes le deben sacar mucho más provecho a las ferias y a los congresos: “Lo que se oye, se ve y se rumora no es mentira. Seguimos siendo una industria informal y aunque en algunas empresas del sector comienzan a tener sensibilidad por hacer las cosas bien hechas, en la inmensa mayoría no se entiende el tema simplemente porque no se conoce. Si los ingenieros, técnicos y vendedores de nuestra industria no se capacitan constantemente, simplemente los va dejando la tecnología que corre a pasos agigantados. Es decir, estamos cometiendo los mismos errores desde hace décadas y nadie hace algo por mejorarlo. Por otro lado los eventos académicos son un excelente espacio para crear gremio, para que todos nos reconozcamos como colegas y para compartir precisamente el conocimiento que nos lleve a estar actualizados en todo sentido. Sin embargo para eso se requiere voluntad, tiempo y cultura”.

Germán Cortés respondió lo siguiente al preguntarle si considera que existe una suficiente oferta de capacitaciones: “Definitivamente no. Se necesitan muchas más ofertas. Se requiere de institutos de capacitación técnica, comercial y gerencial de carácter formal, que acepten el reto en cada nación y que de manera continua y constante ofrezcan los diferentes programas para el sector de la seguridad electrónica”.

Aldo Flores asegura al respecto que “aunque en últimas fechas ha aumentado la oferta de capacitación ésta resulta insuficiente, ya que no se encuentra al alcance de todas las empresas. Algunos cursos los organizan los fabricantes o mayoristas para las áreas comerciales y técnicas, pero en general no existe alguna institución reconocida o centro de formación en donde se encuentren concentradas las bases de los principales temas del área”.

Mientras que Ricardo Abréu afirma que el problema no es la falta de convocatorias para asistir a los cursos sino la iniciativa de los profesionales por capacitarse: “Los cursos existen, lo que no existe, según mi criterio, es el deseo de avanzar y la motivación, por ejemplo, varias veces he convocado a 40 personas para un curso o entrenamiento de productos con una duración de entre 4 y 5 horas y solo llegan cuatro o cinco asistentes, cuando la mayoría ha confirmado. De esos cuatro o cinco hay tres que están viendo el reloj o durmiéndose durante la presentación con el gran deseo de irse lo antes posible. Cada empleado debe ser evaluado con la finalidad de identificar su potencial, sus puntos fuertes y sus puntos débiles y así poder encausarlo en el mejor canal educativo posible”.

Temas en los que falta capacitación
Los invitados enumeraron una serie de temas que les gustaría que tratasen en conferencias o capacitaciones venideras. A continuación, un resumen con algunos temas que se deben tener en cuenta para ofrecer a nuestros profesionales de la seguridad.

- Fundamentos de infraestructura para sistemas de seguridad. Importancia de las redes para el funcionamiento del sistema en general, requerimientos para sistemas análogos, IP e inalámbricos.
- Fundamentos de video. Principios de óptica, protocolos de grabación, principios de compresión y tratamiento de imágenes, diseño de soluciones.
- Fundamentos de soluciones de seguridad. CCTV, plataformas de video, sistemas de acceso, alarmas, localización, biometría, detección de incendios, sistemas de voceo.
- Relación laboral y de personal a todos los niveles, mejoramiento de la comunicación interna.
Conocimiento de equipos y productos.
- Metodología en la planeación. Cálculos de ingeniería en el proceso de compra, instalación y configuración. Cumplimiento a la normatividad eléctrica y electrónica del sitio. Fallas en el conexionado e infraestructura de todos los sistemas. Fallas en los sistemas de protección eléctrica de los sistemas.

RECUADRO
Capacitación y formación

Germán Cortés, gerente de Consultores técnicos Insetrón hizo una diferenciación entre  formación y capacitación, aunque ambos son básicos en el ejercicio del aprendizaje de un profesional de seguridad.

- Formarse: es conocer los principios teóricos y prácticos que nos dan las bases para entender las situaciones que se presentan en los diferentes subsistemas y dispositivos. Es ir al detalle técnico y comercial, es entender los conceptos que las leyes físicas, eléctricas, digitales, comerciales, de mercado y demás nos dan para volvernos poco a poco conocedores de las tecnologías con las que laboramos. Cuando nos formamos, le estamos dando datos a nuestro cerebro para que de manera organizada, estructurada y lógica se acomoden para siempre y se creen la relaciones neuronales a las que llamamos inteligencia. Una vez nuestro conocimiento está bien cimentado, entonces procedemos a entender con mayor facilidad algunas ideas propias de cada marca o de cada técnica.

- Capacitarse: es conocer y entender al detalle los procedimientos y metodologías para realizar una labor específica determinada y muy puntual. La capacitación es específica para un producto, una marca o un dispositivo. Deben existir bases profundas en nuestro cerebro que relacionen estos conceptos puntuales y detallados con los principios generales que permitan un entendimiento rápido, seguro y efectivo. Es lo que hacemos cuando tomamos un curso de algún equipo, en alguna fábrica o distribuidor. Se logra en poco tiempo con conferencias o talleres. Sin embargo si no se tienen las bases generales, muchas veces se crean mayores confusiones o se pierde la labor, porque simplemente no se entendió o se entendió erróneamente.