Argentina. Los vehículos aéreos no tripulados, disponen de cámaras de vigilancia y GPS, permitiendo llegar a lugares inaccesibles en lo inmediato para los uniformados, así como atendiendo necesidades de vigilancia y rastreo con alta eficiencia.
Los pequeños aviones sin tripulación serán empleados durante una primera etapa en tareas de protección ciudadana: control de tránsito y de multitudes, inspecciones de ingresos públicos y de protección ambiental.
Los aparatos son de origen holandés, cuestan unos US$17.500 cada uno, y ya se usan en ciudades como Londres y Bruselas, así como en regiones de alto control en Israel y Estados Unidos.
Las primeras pruebas realizadas por las autoridades fueron satisfactorias: controlaron los partidos de tenis entre Del Potro y Federer, y aportaron una serie de imágenes de la concurrencia y los movimientos del público del mejor nivel. Mediante el control remoto, los robots transmitieron en tiempo real imágenes captadas mientras volaban, y fueron incluso llevados al límite de su capacidad operacional en tiempo: 25 minutos.
“Es una herramienta muy importante para la seguridad pública”, anunció el secretario de Protección Ciudadana de la Municipalidad de Tigre, Diego Santillán. “Van a ser muy útiles no solo para grabar hechos delictivos y aportar filmaciones como prueba a la Justicia, sino por ejemplo en siniestros como incendios o inundaciones, llegando donde no pueden ingresar camiones ni camionetas, sobrevolando la zona y enviando imágenes que pueden ser muy útiles”, agregó.
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