Los profesionales de la seguridad privada en cualquiera de sus ramas, tienen un inmenso desafío hacia el futuro.
Por Luis González Nogales*
Lo anterior dado que las reglas en la generación de riesgos están cambiando de forma exponencial y como he señalado en ocasiones anteriores recordando al filósofo Ulrich Beck, “…nos presenta nuevos riesgos sin impacto conocido y donde el no saber lo que no sabemos nos presenta la ironía de accionar ante amenazas que no podemos tangibilizar dado que su existencia no ha sido probada…”
Y esta teoría es cada día más acertada en la medida que el concepto de riesgo se incorpora a todas las actividades de la sociedad en su conjunto y de las empresas en particular; siendo los riegos asociados a las nuevas tecnologías de la información, la comunicación, la transmisión, el tratamiento de datos y resguardo de los mismos, uno de los principales puntos de enfoque que se tiene en la gestión del riesgo y por consiguiente en el análisis de los mismos.
La elaboración de los análisis de riesgos, la preparación de los diferentes planes de seguridad y el tratamiento de los riesgos ya no son suficientes en esta nueva era donde una planificación de un buen sistema integrado de detección de intrusos, controles de acceso combinados con video vigilancia y analítica de video no son suficientes si todos estos sistemas, que al final estarán administrados desde servidores. Los cuales se vuelven un nuevo elemento de múltiples riesgos tanto en el orden de agresiones físicas, como de agresiones lógicas a través de intentos de accesos no autorizados para afectar a la información almacenada.
Es por lo anterior que el paradigma del análisis de la seguridad ya ha cambiado y no solo las personas y propiedades deben estar libres de riesgos ya sean reales o percibidos, sino que hay que incorporar un nuevo elemento. La Seguridad es que las personas, propiedades y la información de estas estén libres de riesgos.
Esta nueva inflexión de la seguridad en general y de la privada en particular nos obliga a replantear cual es el perfil del futuro responsable de la seguridad en las empresas e instituciones públicas y privadas. Si podemos afirmar que no es el que actualmente conocemos, hemos venido preparando y desarrollando; sino uno para el cual la tecnología sea un elemento más de su ADN de gestión diaria, no sabemos todavía si dicho perfil será el de ingenieros de sistemas, los programadores de algoritmos de predicción o los analistas en inteligencia artificial.
Pero es indudable que de alguno de estos grupos de profesionales serán los que irán asumiendo los roles de responsabilidad en mantener los conceptos de seguridad que conocemos, junto a los que se establezcan en el futuro.
A lo anterior hay que añadir las exigencias, cada vez mayores, de la sociedad en la transparencia de los datos recopilados sobre cada persona, su tratamiento y derecho a disponer de los mismos ya sea en vida o después de su deceso.
Los retos son grandes, los tiempos y ciclos de actualización y obsolescencia son cada vez más cortos y la preparación de la siguiente generación de profesionales de la seguridad privada no es una tarea para mañana, fue de ayer o quizás ya se están preparando al margen de las actuales visiones que tenemos de cómo debe ser y será esta industria y hoy o mañana tomaran por asalto su lugar en la industria y nos declararan a todos nosotros obsoletos.
Analizar y actualizar los conocimientos y competencias es responsabilidad personal de cada profesional, no sigamos creyendo que lo que nos funciona hoy será eficiente y eficaz mañana.
Un Saludo.
*Si desea contactar al autor de este artículo escriba a [email protected]
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