Latinoamérica. Las grandes ciudades se enfrentan constantemente a problemas de tránsito debido, entre otros factores, al creciente uso de vehículos particulares frente al transporte público. Esto representa un gran desafío para que los ciudadanos consideren a este último como una opción económica, rápida y segura, y opten por trasladarse en colectivos de corta y media distancia.
Algunas innovaciones tecnológicas recién desarrolladas para trenes y colectivos se presentan como una oportunidad para que muchas ciudades modernicen sus sistemas de transporte público. De acuerdo a la Resolución 374 de la Agencia Provincial del Transporte de la provincia de Buenos Aires, que entró en vigencia el 1 de enero de este año, todas las unidades deben contar con al menos una cámara que permita monitorear lo que ocurre en ella.
Según Juan Pablo Tavil, Gerente de Ventas de Axis Communications para el Cono Sur, “las grandes ciudades enfrentan el desafío de fomentar el uso del transporte público como una solución viable frente a un tráfico creciente. Para eso, los trenes y colectivos tienen que ofrecer seguridad para evitar problemas aún comunes como robos u otro tipo de delitos. Esa adopción depende de la madurez de la sociedad y de la economía, pero también va de la mano de la tecnología”.
En este sentido, el desarrollo tecnológico ha permitido la creación de cámaras específicas para el sector de transportes, como a Serie F de Axis, que son cámaras miniatura resistentes a temblores, vibraciones y choques. Además, tienen resolución Full HD, estabilización electrónica de imagen y Amplio Rango Dinámico con Captura Forense, que permite hacer una compensación automática de la variación abrupta de iluminación, lo que es crítico para los medios de transporte.
Recientemente, un grupo de empresas que incluye a Axis Communications, Radwin y Innercalc presentó un autobús inteligente que permite a la policía realizar el monitoreo en tiempo real, incrementando la supervisión en la ciudad. Una de las cámaras instaladas en el interior está equipada con un sistema de reconocimiento facial. Cuando un pasajero sube, la imagen de su rostro se cruza con una base de datos, que puede ser una lista de sospechosos utilizada por la policía. En caso que los rostros coincidan, aparece un mensaje de advertencia en el teléfono celular con una foto, el nombre y el número de documento de la persona solicitada, que permite a la policía tomar medidas de inmediato.
Estos sistemas de vigilancia remota en vivo de espacios en movimiento han demostrado en muchas ciudades del mundo que es posible reducir notablemente incidentes y robos, tanto en las paradas de colectivos como dentro de ellos. Y con la utilización de cámaras que permiten el conteo de personas, se pueden definir también otros aspectos, como por ejemplo cuáles son los puntos de mayor flujo de usuarios para poder agilizar el recorrido y mejorar el servicio, registrar paradas y desvíos no autorizados.
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