Los cuatro millones de cámaras ubicadas en las calles y autopistas han permitido volver a trazar casi todos los movimientos de los sospechosos como sucedió con los fallidos atentados de Londres y Glasgow, o con los ataques del 7 de julio de 2005 en la capital de Inglaterra y el Reino Unido, en el que las cámaras en el metro contribuyeron a identificar a los cuatro extremistas.
La instalación de estas cámaras comenzó en la década de los 90 con una inversión del 78% del presupuesto del ministerio del interior, pero entre 1994 y 2004 se elevó el presupuesto a unos 500 millones de libras, es decir a unos 740 millones de euros.
(Fuente: La Nación)
Deje su comentario