Estados Unidos. El pasado 2 de marzo la administración Biden-Harris lanzó la Estrategia Nacional de Ciberseguridad, la cual busca “asegurar todos los beneficios de un ecosistema digital seguro y protegido para todos los estadounidenses”.
De acuerdo con un comunicado oficial de la Casa Blanca “en esta década decisiva, Estados Unidos reinventará el ciberespacio como una herramienta para lograr nuestros objetivos de una manera que refleje nuestros valores”. Dentro de dichos valores listó la seguridad económica y prosperidad; el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la confianza en su democracia e instituciones democráticas, así como una sociedad equitativa y diversa.
Del mismo modo, la administración actual se propuso hacer cambios fundamentales en la forma en que Estados Unidos asigna funciones, responsabilidades y recursos en el ciberespacio. Donde, por ejemplo, asegura que se debe reequilibrar la responsabilidad de defender el ciberespacio trasladando la carga de la ciberseguridad de los individuos, las pequeñas empresas y los gobiernos locales a las organizaciones más capaces y mejor posicionadas para reducir estos riesgos.
Sumado a esto el gobierno planteó realinear los incentivos para favorecer las inversiones a largo plazo “al lograr un equilibrio cuidadoso entre defendernos contra las amenazas urgentes hoy y, al mismo tiempo, planificar estratégicamente e invertir en un futuro resiliente”.
Dentro de los puntos vitales e la estrategia del gobierno americano se establece un camino para abordar amenazas y asegurar la promesa de su futuro digital. “Su implementación protegerá nuestras inversiones en la reconstrucción de la infraestructura de los Estados Unidos, el desarrollo de nuestro sector de energía limpia y la recuperación de la tecnología y la base de fabricación de los Estados Unidos”.
Junto con aliados y socios, Estados Unidos se propuso hacer de su ecosistema digital un ambiente defendible, resiliente y alineado con sus valores.
Es importante destacar que la administración “ya ha tomado medidas para asegurar el ciberespacio y nuestro ecosistema digital, incluida la Estrategia de Seguridad Nacional, Orden Ejecutiva 14028 (Mejora de la Ciberseguridad de la Nación), Memorándum de Seguridad Nacional 5 (Mejora de la Ciberseguridad para Sistemas de Control de Infraestructura Crítica), M-22-09 ( Moviendo al gobierno de los EE. UU. hacia los principios de ciberseguridad de confianza cero) y el Memorando de seguridad nacional 10 (Promover el liderazgo de los Estados Unidos en la computación cuántica mientras se mitigan los riesgos de los sistemas criptográficos vulnerables)”.
Finalmente, la estrategia reconoce que el ciberespacio no existe para su propio fin, sino como una herramienta para perseguir nuestras más altas aspiraciones. Esta estrategia busca construir y mejorar la colaboración en torno a cinco pilares:
1. Defender la infraestructura crítica.
2. Interrumpir y desmantelar a los actores de amenazas.
3. Dar forma a las fuerzas del mercado para impulsar la seguridad y la resiliencia.
4. Invertir en un futuro resiliente.
5. Forjar alianzas internacionales para perseguir objetivos compartidos.
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