El correo siempre ha sido el método de distribución predilecto del spam y malware. Desde hace muchos años, los atacantes han adjuntado al correo ejecutables de todo tipo (exe, cmd, pif, bat, vbs... y todas las combinaciones de dobles extensiones posibles) en un intento de infectar sistemas. Esto hace tiempo que está superado por los filtros y normalmente son bloqueados a nivel de perímetro, pero existen otros formatos menos populares que se utilizan a menudo.
Aproximadamente en 2002, se hicieron muy populares los correos basura que solo contenían imágenes. Con esto, los atacantes conseguían eludir los filtros por palabras (primera reacción obvia contra el spam). Como respuesta a las imágenes, los filtros antispam comenzaron a utilizar plugins OCR (software de reconocimiento óptico de caracteres), capaz de interpretar el texto en los gráficos. A continuación les tocó mover ficha a los spammers, y comenzaron a introducir "ruido" en las imágenes para dificultar el reconocimiento automático por este tipo de software.
En junio de 2007, sufrimos una verdadera avalancha de spam en formato PDF. Aprovechando que casi todos los sistemas cuentan con un lector, los atacantes incrustaron la publicidad en un PDF, o incluso en una imagen dentro del PDF. La campaña de envío fue masiva y los filtros no funcionaron los primeros días, pero muy pronto los programadores se pusieron a trabajar y comenzaron a mirar dentro de estos archivos (aunque demostraron no estar preparados para el primer golpe, dado el éxito del que disfrutaron los atacantes las primeras horas). Luego el formato PDF se usaría más para infectar con malware... pero en esto tiene mucho más que decir Adobe que los creadores de filtros de correo basura.
Ahora, parece que los atacantes están usando archivos HTML adjuntos para distribuir basura e incluso infectar a sistemas. Los utilizan de dos formas:
Autor: Sergio de los Santos
Fuente: Hispasec
Authors: Noticias de Seguridad Informática
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