Se espera que la industria biométrica tenga un crecimiento de un 20% anual, según afirmaron voceros de 3M Co., que lanzó a principios de septiembre una oferta por acciones de Cogent Inc. una de las mayores empresas de ingeniería biométrica de EE.UU por un valor de US$943 millones.
Gran parte del potencial de la industria dependerá de conquistar a la gente que asocia huellas digitales con criminales y se preocupa por la invasión a la privacidad. Un ejemplo es la cadena de gimnasios 24 Hour Fitness, que eligió un sistema biométrico de Safran, asegurándoles a los miembros que los nuevos escáneres digitales no grababan sus huellas digitales sino que sólo medían "la distancia entre unos puntos en particular que son únicos en cada persona".
Países como India estudian implementar sistemas biométricos en tarjetas de identificación. En EE.UU, se ha propuesto la emisión de tarjetas biométricas del Seguro Social para quienes se postulan a un empleo, con la idea de identificar a inmigrantes ilegales, pero el sector privado podría ofrecerle a la industria un importante contrapeso para este tipo de clientes gubernamentales.
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