por Ana María Restrepo
Gracias a los sistemas de transporte podemos desplazarnos de un lugar a otro, cercano o distante, en períodos de tiempo largos o cortos, dependiendo del medio que utilicemos para el desplazamiento, bien sean carros, buses, aviones, barcos, trenes o bicicletas.
Dentro de estos sistemas también se identifican diferentes medios de transporte: terrestre, aéreo y marítimo, y a su vez éstos se dividen en privados o públicos; los primeros son vehículos adquiridos por personas particulares y su uso se da sólo por ellos, mientras que los públicos son utilizados por cualquier tipo de persona con un pago previo por su uso.
Dentro de este última división del transporte se encuentran buses, taxis, ferrocarriles, tranvías y trenes ligeros y metropolitanos, los cuales conforman el sistema de movilidad público de ciudades y países.
En esta oportunidad nos centraremos en los trenes metropolitanos, los cuales aparecieron en el siglo XIX como parte de la revolución industrial, sin embargo en América Latina este desarrollo no se presentó hasta el siglo XX.
La principal característica de estos trenes metropolitanos es que transportan una gran cantidad de personas de forma regular y a una alta velocidad a lo largo y ancho de la ciudad gracias a las diferentes líneas que los componen y que los unen con puntos distantes de la urbe, como los son los metro cables. También existen otros sistemas de tranporte integrado que se encargan de alimentar los metros como son los buses articulados que desplazan a la población desde algunos sitios periféricos hasta la estación más cercana a dicha zona.
No obstante, debido a que éste es un sistema publico debe cobrarse por el servicio de transporte, lo cual permite o no el ingreso de una persona al bus articulado, metro o metro cable.
La mayoría de estos medios de transporte cuentan con un sistema de compra de tiquetes que se efectúa en las mismas estaciones, allí los usuarios compran un boleto de papel (algunos tienen banda magnética) o una tarjeta inteligente sin contacto que les permite el ingreso al tren. Ambos sistemas se utilizan para realizar el pago del tiquete, la diferencia es que el boleto de papel se bota cuando se acaban sus viajes y la tarjeta puede ser recargada cada vez que el usuario desee.
En algunos países de América como Chile, Ecuador, Argentina, Brasil, México, Estados Unidos, Guatemala, Salvador, Costa Rica y Colombia los trenes metropolitanos cuentan con el sistema de recaudo por tarjeta inteligente, el cual permite ingresar al metro cuantas veces quiera.
Control de acceso y recaudo
A simple vista el ingreso a un sistema de transporte metropolitano y el acceso a una empresa con tarjeta inteligente no presenta ninguna diferencia, no obstante si la hay. Mauricio Flórez, gerente de SmartChip S.A., empresa desarrolladora e instaladora de la tarjeta cívica en el Metro de Medellín, Colombia, comenta que los sistemas de control de acceso no manejan efectivo, es decir, el ingreso no está supeditado a que una persona tenga o no dinero, sino a que tenga el ingreso autorizado, mientras que en transporte si importa que la persona tenga dinero y la cantidad que posea para dejarlo pasar, adicionalmente el valor del pasaje se descuenta cada vez de su tarjeta, de forma tal que el usuario deberá cargarla nuevamente si desea trasnportarse de nuevo.
Flórez explica además que “las soluciones de control de recaudo en los sistemas de transporte explotan la capacidad de la tarjeta inteligente de almacenar información porque el saldo de una persona se guarda directamente dentro del chip de la tarjeta”.
En el caso de los vehículos de transporte público las tarjetas inteligentes siempre se utilizan como medio de recaudo, pero en el caso de los controles de acceso para empleados, las tarjetas también sirven para el ingreso a los autobuses de las empresas como expone Jesús Montero, director Kimaldi de México S.A de C.V, ya que estas soluciones establecen quién sube o no, adicionalmente se da otro tipo de control en el transporte que es el del chofer, para el que se usa tecnología de huella dactilar instalada en el bus, de esta forma se autoriza el encendido del transporte si el chofer está acreditado a esa unidad y sólo conduce quien está autorizado y calificado para tal fin.
Formas de acceso
El ingreso a los sistemas de transporte masivo se realiza generalmente por medio de tarjetas inteligentes sin contacto mifare RFID (identificación por radiofreciencia), y algunos utilizan las bandas magnéticas.
Mauricio asegura que la tecnología de tarjetas sin contacto (RFID), la cual tiene el mayor dominio (80%) en todo América Latina, incorpora un chip dentro de las tarjetas, llaveros y relojes que se utilizan para la identificación, aunque vale destacar que los chips de las tarjetas cuentan con una antena más grande, lo que admite que se dé un mayor alcance de lectura.
Dentro de las tecnologías de identificación más utilizadas como los son el código de barras, la biometría, la proximidad, la banda magnética, la tarjeta inteligente es la única que puede llegar a trabajar fuera de línea y tomar decisiones sin estar en red, mientras que todas las demás deben estar concectadas a una red para poder operar un sistema masivo de transporte.
Adicionalmente, la tecnología de las tarjetas inteligentes sin contacto (contactless smart cards) está regida por la norma ISO 14443, tipo A y B, la cual establece las normas de comunicación y protocolos de transmisión entre la tarjeta y el lector para crear la interoperabilidad de productos de tarjetas inteligentes sin contacto.
Información on line/off line
La característica más destacable de las tarjetas inteligentes es que no necesitan estar conectadas a una red para conocer la información contenida en el chip y en el caso de las tarjetas inteligentes de recaudo para los medios de transporte público, cada chip contiene la información del dueño de la tarjeta y su saldo, lo cual le permite o no el ingreso al vehículo. Este sistema de identificación posibilita un acceso ágil al sistema de transporte, ya que si se tuviera que enviar la información por red para verificarla se tardaría mucho más y el proceso de ingreso tomaría más tiempo.
En el caso de los sistemas conectados a las redes, como puede ser la biometría, Jesús explica que lo ideal es instalar sistemas autónomos, pero en caso contrario son más recomendables las redes inalámbricas que se conectan actualizando datos en cada estación. “De lo contrario el sistema es demasiado dependiente de las redes y por los trayectos pueden llegar a perder cobertura, aunque cada vez ocurre menos”.
Hoy en día se utilizan torniquetes o molinetes electrónicos con lectores que verifican la información del chip, la información de cada transacción se va almacenando en todos los lectores y periódicamente se envía un reporte histórico de esas transacciones y en ese momento se debe tener conectividad a una red, la cual se hace por medio de cables, ya que los torniquetes permiten estas instalaciones. “Muchos sistemas pueden hacer transacciones todo el día y enviar una vez cada hora un solo paquete, o en las horas de la noche envían todo el paquete de esa jornada al mismo tiempo que sintonizan otros datos” explica Mauricio.
Cuando los sistemas de recaudo por tarjeta inteligente sin contacto se implementan en un bus, estos funcionan de forma similar, se realizan las transacciones fuera de línea y el envío de los datos se lleva a cabo en un lugar determinado, pues aunque haya GPRS y GSM, existen algunos sitios de las ciudades donde no se puede tener conectividad de datos. Por tal motivo se establecen lugares de la ruta del bus, o el principio o el fin del recorrido para tener conexión a la red y poder transmitir la información.
En el momento de enviar la información es de vital importancia el implementar sistemas de comunicación robustos que permitan realizar la transmisión de los datos desde diferentes puntos de una ciudad de forma segura.
Gracias al avance de las comunicaciones y la tecnología, las empresas y los sistemas de recuado pueden usar WIFi, GPRS o cableado para enviar los datos y de acuerdo del tamaño del proyecto se debe dimensionar la cobertura que se debe tener.
Conectividad para recargar
Otros punto esencial de los sistemas de recaudo es la forma como la información grabada en el chip permite descontar dinero o aumentarla la cantidad de éste. Ya que cada vez que las personas ingresan al medio de transporte se debita de su tarjeta la cantidad de dinero que vale el pasaje.
Para realizar la recarga de las tarjetas se habilitan lugares físicos donde los usuarios pueden llevar a cabo estas transacciones como los son las estaciones de los trenes, donde se tienen taquillas para recibir el dinero con con conexión permanente a la red y sistemas de seguridad.
La recarga de las tarjetas también puede realizarse por canales electrónicos o Internet, pero las personas deben llegar a algún lugar a revisar el saldo y en ese momento el sistema determina que tiene un saldo a favor y se lo incrementa a la tarjeta.
Confiabilidad y seguridad
Los sistemas de control de acceso o de recaudo permiten conocer la información de la persona que está ingresando a un lugar, no obstante, se deben tener algunas medidas de seguridad que mejoren el uso de este tipo de sistemas.
Montero expone que cuando la identificación se hace por huella digital es 100 por ciento seguro, pero si es por tarjetas de RFID es necesario contar con otras medidas en caso de robo o extravío de la tarjeta, ya que una persona distinta la podría llegar a usar.
En el caso de los beneficios que brinda este sistema de recuado y acceso se encuentran, fuera de la agilidad en el pago e ingreso al medio de transporte y que quien conduce es la persona autorizada por la empresa gracias a la identificación por huella digital, una forma de personalización de las tarjetas inteligentes sin contacto y una división del público bjetivo.
Debido a que las tarjetas almacenan la información de quien las porta se pueden crear perfiles para estudiantes, tercera edad, personas con movilidad restringida (discapacitados), entre otros, de tal forma que cuando el lector lee la tarjeta identifica el perfil y cobra el valor diferencialmente.
Mauricio asegura que debido a que las tarjetas se pueden prestar hay que tener más cuidado con aquellas que tienen tarifas especiales, “normalmente por eso a las tarjetas de tarifas especiales siempre se les pone fotografía, para que ya en un control aleatorio un oficial de policía o un encargado del sistema verifique si quien porta la tarjeta especial coincide con la fotografía”.
También se puede hacer un segumiento estadístico de la persona que porta la tarjeta, identificando por cuál estación o sector ingresa al sistema de transporte y por dónde se baja, dónde vive y dónde estudia o trabaja, lo que permite crear estrategias de mercadeo como planes de fidelización al sistema, además de descuentos por adquisición masiva de viajes.
Las soluciones de recuado para sistemas de transporte pueden integrarse con otros sistemas de seguridad como CCTV y control de acceso a las empresas. Florez explica que en el caso particular del Metro de Medellín, se está desarrollando un proyecto que pretende que las empresas que quedan cerca a las estaciones del Metro carneticen a todos sus empleados con la tarjeta cívica, y de este modo si la compañía adquiere un control de acceso por tarjetas inteligentes sin contacto ya cuenta con la carnetización.
Otros usos
Las tarjetas inteligentes sin contacto también pueden usarse con varios fines y hacer parte de los sistemas de recaudo o acceso de varias compañías.
Muchas de las tarjetas que se implementan en los sistemas de transporte también son usadas para realizar pagos en taxis, hacer llamadas en teléfonos públicos o para comprar productos en máquinas expendedoras. En este caso se daría un uso abiertos de la tarjeta.
Cuando un sistema es abierto, se da una conjunción de empresas que hacen parte de la expedición, recarga y débito del dinero de las tarjetas inteligentes. En este caso se puede cargar dinero en una empresa y consumirlo en otra y a la vez cargar allá y consumirlo en otras compañías, sin embargo para este proceso se debe desarrollar un sistema clearing, similar al Automated Clearing House (red electrónica de pagos electrónicos entre diferentes instituciones financieras pertenecientes a un sistema bancario), donde existe un servicio central que identifica de dónde viene el dinero y para dónde va y él lo cruza automáticamente.
También se puede dar un sistema cerrado, el cual consiste en que la misma empresa de transporte emite las tarjetas, recauda el dinero y los usuarios sólo gastan ese dinero dentro de los sistemas de la misma empresa.
Futuro prometedor
La implementación de esta tecnología en América Latina está comenzando, y aunque en algunos países lleve más tiempo que en otros, los beneficios de las tarjetas están ampliando su rango de acción, tal es así que está pisando fuerte en la industria del transporte masivo, permitiendo no sólo el ingreso a los diferentes vehículos sino también una interacción entre diferentes instituciones, además de una mayor tranquilidad y seguridad para los usuarios.
Y aunque el costo de esta tecnología es alto, Mauricio afirma que por la masificación que ha tenido en los sistemas de transporte en todo el mundo los costos han empezado a bajar por el alto volumen de implementación.
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