Queridos lectores: Es un gusto poder comunicarme de nuevo con ustedes. Quiero aprovechar la ocasión para enviar un caluroso saludo de solidaridad a nuestros hermanos y lectores peruanos por la tragedia ocurrida con el sismo que sacudió su país a mediados de agosto. Toda nuestra atención desde acá, deseándoles una pronta recuperación.
En esta ocasión hablaremos sobre uno de los flagelos y riesgos que se han puesto de moda en el mundo de la seguridad: la piratería informática y todos los riesgos que están asociados a ella, como el robo de información confidencial, el hurto de datos mediante troyanos para espionaje de máquinas remotas y el sumamente popular phishing (robo de información financiera).
Si nos detenemos un momento a pensar en lo que ha pasado desde la habilitación de la red de redes, a comienzos de la década de los 90, no es loco decir que lo que en un momento se pensó como la posibilidad para intercomunicarse con el mundo, se convirtió en una amenaza para personas y empresas, pues ya nadie puede estar seguro de que su información está 100% a salvo.
Lo más grave es que a este punto parece no haber una solución real y tal afirmación se sustenta en que las técnicas de protección se desarrollan como una respuesta a un hecho particular, por lo que podría pensarse que siempre quienes toman la iniciativa -en este caso los delincuentes informáticos- están un paso más adelante que aquellos que se dedican a contrarrestar tales actos. En otras palabras, el ingenio del hombre no tiene límites y la verdad es que no hay sistemas de seguridad infalibles.
También es grave que la misma Internet se haya convertido en el canal por donde circulan, además de las miles de cosas útiles que conocemos, esas peligrosas instrucciones para convertirse en un pirata informático o hacker, sin mucho esfuerzo ni dificultad.
Por eso no está de más que las personas encargadas de la seguridad informática en las empresas y aún cualquier ciudadano común, se pregunten regularmente ¿está segura mi información? Las rutinas de navegación y acceso a Internet pueden darnos una idea de si está al menos algo segura. De vez en cuando utilice las herramientas de protección, pues uno nunca sabe que hay detrás de las sombras de la virtualidad.
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