La implementación de la Norma Técnica Mexicana dentro de la industria de la seguridad ha generado diferentes reacciones; sobre este proceso conocimos la opinión de importantes distribuidores y del certificador encargado en México.
Ventas de Seguridad
Altos costos y retraso de tiempos de entrega son algunas de las principales afectaciones que están sufriendo los distribuidores de equipos de seguridad para cumplir con el requisito de la Norma Técnica Méxicana (NOM) en cuanto a la certificación de todos los equipos eléctricos y otros dispositivos de comunicación, así como etiquetado y peso, que entran a la nación mexicana para ser comercializados, la cual tuvo una renovación importante a mediados a mediados del año 2020.
A pesar de que los distribuidores entienden los beneficios que puede traer la implementación de este sistema para toda la cadena -desde el fabricante, distribuidor, integrador y usuario final, no ocultan su descontento con el aumento de los procesos logísticos que significan estos cambios.
Incluso, fuentes que pidieron reserva de sus nombres nos manifestaron que se están presentando algunos actos indebidos en los que las empresas se han visto en la obligación de pagar valores adicionales para que sus productos sean certificados con prontitud.
Contexto
La Norma Técnica Méxicana es un esquema de evaluación de productos que entran a México y vigila que todos estos cumplan con los requisitos para comercializarse en el país. En el esquema mexicano para la evaluación de la conformidad existen diversas normas aplicables a la industria de la seguridad. Usualmente aplican aquellas normas enfocadas a la seguridad eléctrica (NOM-003-SCFI) y electrónica (NOM-001-SCFI), sin embargo hay que considerar que la aplicación normativa incluye el tema de la información comercial.
Es por esto que también aplicaría normas como la NOM-024-SCFI la cual tiene un enfoque a dar claridad en los instructivos, empaques y más que forman parte del producto que estaría siendo distribuido para su comercialización en México. Por otro lado, dependiendo de la naturaleza del sistema en particular, pudiera haber otras normas que le apliquen, las cuales pudieran ir enfocadas a la comunicación inalámbrica, si es que el sistema tiene tal característica, o bien la eficiencia energética.
Para hablar sobre este tema del proceso de adaptación a las NOMs, invitamos a dos representantes de importantes empresas especializadas en distribución de equipos de seguridad: Erwin Villa, Business Development Manager Mexico de Anixter, y al Ing. Fernando Loret de Mola, Director Comercial de SIASA.
Adicionalmente, contamos con la participación de Eduardo Del Muro - Business Development Manager - Tecnología en Edificaciones de UL (Underwriters Laboratories), empresa encargada del proceso y certificación de las NOMs en México.
Retrasos en los procesos
Nuestros dos invitados coinciden en que este nuevo sistema de certificación ha impactado significativamente en sus procesos de importación de equipos que deben cumplir con estas normas. Por ejemplo, el el Ing. Fernando Loret de Mola, de SIASA, comentó que la gestión en las importaciones ha cambiado “muchísimo; han provocado atrasos, elevados costos de trámites, y sobre todo, confusión entre los agentes aduanales que por evitar sanciones a ellos piden todas las NOMs sin analizar que no siempre todas se requieren”.
Es decir que parece que aún existen dudas sobre los procesos de certificación, no solo por parte de los importadores, sino por parte de los agentes aduaneros, lo cual puede dificultar aún más todo este sistema.
Sobre esta misma inquietud, Erwin Villa dijo: “Ahora se tienen que hacer revisiones previas a los productos para evitar retrasos en su comercialización. Considerar costos que no se tenían anteriormente. Los procesos ahora son más retardados y la inversión de esto es mayor para las pruebas, ya que antes solicitaban una muestra y ahora son de dos a tres muestras. Estos equipos pasan a ser pérdida, debido a que ya no regresan o regresan muy dañados. Algunas veces estas normas no están bien especificadas, causando diferencia de criterios de aplicación de los equipos”.
El proceso de UL
Por su parte, Eduardo Del Muro, de UL, explicó, en defensa del proceso de certificación, que “UL tiene diversos mecanismos, según el origen del producto y otros parámetros. Así, por ejemplo, tenemos escenarios en el que el producto a certificar se encuentra en territorio mexicano, de allí que el proceso se lleva directamente en laboratorios acreditados nacionales, y se certifica por la oficina de UL en México la cual también está acreditada ante la autoridad mexicana. En algunos escenarios el producto pudiera estar siendo fabricado en países donde se cuenta algún esquema de certificación basado en los llamados Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (ARM). Bajo los ARMs es posible evaluar de origen al producto, fuera de México, para posteriormente ejecutar, por medio de la oficina de UL de México, la certificación plena del producto”.
Es decir, que este esquema de Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (ARM) permite que muchos productos que ya pasaron por un proceso de certificación pasarían directamente las NOMs.
Sobre el tiempo del proceso de certificación
Con relación a este asunto, Eduardo comentó que “el tiempo es variable y depende de parámetros como los ya mencionados antes. Por ejemplo, afecta en el tiempo necesario para la certificación el que el producto esté físicamente en México, o bien, que vaya en el futuro a ser importado, entre otros parámetros. Igual, podemos confirmar que una vez que se cuenta con el reporte de pruebas realizado por un laboratorio acreditado, el proceso de certificación promedio toma 5 días hábiles, o incluso menos. Por supuesto debe verse caso por caso para tener un tiempo más específico de procesamiento”.
No obstante, sobre el tema de los tiempos y trámites, el Director Comercial de SIASA manifestó que para estos procesos se están apoyando en sus agentes aduanales, gestores y empresas certificadoras de NOMs y así cumplir con todo, pero que “los trámites no son ágiles, han demorado hasta 3 meses y los tiempos de entrega sí se han visto afectados”.
Adicionalmente, el ing. Fernando Loret, comentó que así el fabricante tramite las NOMs directamente, existen procedimientos adicionales que dificultan los procesos. “Tratamos de que los fabricantes tramiten las NOM’s de sus productos. Algunos lo hacen, la mayoría no. Pero parte del problema es que la NOM, aunque la saque el fabricante, es obligación del importador tramitar una extensión para poderla utilizar el producto. Es decir, no basta con que se tenga la NOM, porque si esta no es tramitada por el importador, de cualquier forma se tiene que hacer un trámite de extensión”.
Erwin Villa, de Anixter, coincide con el comentario anterior y cuenta la experiencia de la empresa sobre el tema de los tiempos y retrasos: “Después de esta nueva normativa, los procesos son ahora más tardados, adicional a la nueva carga de trabajo que tienen los laboratorios. Trabajamos muy de la mano con nuestros fabricantes para poder cumplir oportunamente con los procesos requeridos”.
Sobre estas incomodidades manifestadas por nuestros invitados, Eduardo, de UL, dijo: “Existen diversos mecanismos que permiten acortar tiempos, lo cual reditúa en aspectos tan positivos como un acceso rápido al mercado del producto a certificar. A manera de ejemplo, los ARM ya mencionados facilitan y aceleran el proceso, permitiendo las pruebas ser realizadas en otros país mientras que se certifica por UL de México como Organismo Certificador acreditado”.
Adaptación
Al final, las empresas, si o sí tendrán que adaptarse a estos cambios para continuar de forma activa en el negocio, certificando sus productos y garantizando la disponibilidad y los tiempos de entrega. Como lo manifiesta el representante de Anixter: “Obviamente que cada vez que haya un cambio en las normas siempre se tendrá un impacto negativo al principio. Sin embargo, Anixter siempre se adapta a las normativas impuestas en cada país. Consideramos que esto afectó a la industria en general, sin embargo, nos hemos visto obligados a actuar de manera rápida según los procesos de cada país para que nuestros clientes no se vean afectados por estos procesos”, concluyó Erwin Villa.
Finalmente, Eduardo asegura que las empresas, en su gran mayoría, han sido muy responsables con este proceso. “Esto fue apreciable a lo largo del año 2020, pues además de los retos que la pandemia representó, en ese año hubo una serie de cambios en el esquema para la evaluación de la conformidad que exigió un mayor involucramiento de las partes. Los cambios incluyen no sólo normativa actualizada, como la NOM-001-SCFI, sino que incluso la Ley misma fue renovada por completo, habiéndose publicado en Julio la nueva Ley para Infraestructura de la Calidad, la cual directamente impacta en la certificación NOM. Precisamente en estos temas los fabricantes, distribuidores, importadores y otros han mostrado genuino interés no solo en comprender tales cambios sino en darles cumplimiento pleno. Todos los actores relevantes han mostrado un alto grado de responsabilidad en este sentido”.
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