Seguir las normas para protección con incendios en edificios históricos, con una buena asesoría experta, evitaría muchos dolores de cabeza.
Por Jaime A. Moncada*
Dos incendios recientes han puesto en evidencia la importancia de la protección contra inmcendios de los edificios históricos, me refiero a los incendios de la Cathédrale Notre-Dame de Paris y del Museu Nacional en Rio de Janeiro. Sin embargo, no son ni primera catedral, ni el primer museo que arde en llamas, ni serán los últimos.
Incendio del Museo de Historia Natural de Rio de Janeiro (foto): El 19 de septiembre del 2018, antes de las 19:30, cuando ya estaba cerrado al público, se inició un incendio en el museo de arte natural más importante de América Latina. Rápidamente el museo se quemó por completo. Lo que se sabe sobre este incendio se puede resumir de la siguiente manera1-2:
• El 92.5% de los 20 millones de artefactos históricos, que se alojaban en el museo fueron consumidos por las llamas, tal vez la colección más importante de historia natural en Sur América.
• Unos días antes del incendio de Notre-Dame, la pericia final sobre el incendio preparada por la Policía Federal Brasileña fue entregada al público.
• En este reporte se concluía que el incendio se había iniciado en un aire acondicionado sobrecalentado en un sótano que enfriaba el auditorio del museo. Este equipo había sido eléctricamente conectado sin seguir las recomendaciones del fabricante.
• El incendio duró seis horas y durante el mismo los bomberos tuvieron problemas con el abastecimiento de agua contra incendios, pues los dos hidrantes más cercanos al edificio tenían muy poca presión y flujo de agua.
• El sistema de detección de humo no operó y el museo no estaba protegido con rociadores, ni con mangueras contra incendios.
• El museo tenia severas deficiencias presupuestales.
Incendio de la Catedral de Notre Dame: El 15 de abril del 2019, a las 18:20 se produjo este incendio que cautivó al mundo entero. Aunque la investigación de Notre-Dame no ha concluido, se ha eliminado la posibilidad de que el incendio fuera intencional y se cree que un corto circuito, posiblemente en la base de la icónica aguja, causó el incendio3. Varias noticias técnicas sobre el incendio se han reportado4 5 6 que quisiera recalcar:
• Este edificio tenía aproximadamente 6.100 m2 de planta construida. La icónica aguja mide 91,4 m de alto y el ático, tiene 96 m de longitud, 48 m de ancho y 43 m de alto.
• El ático (ver foto anexa) es una maraña de estructuras de madera que soportan el techo, llamada “El Bosque” por los que allí trabajan. Aunque la estructura del techo ha sido reparada varias veces, más recientemente en el siglo XIX, las vigas de madera han sido reutilizadas y muchas datan de 1160 al 1220.
• El edificio tenía un sistema de alarma y detección de humo, pero no existían ni paredes corta fuego ni rociadores automáticos.
• La primera alarma de incendios, posiblemente de un detector de humo, reportó al panel a las 18:20, 25 minutos antes que la Catedral cerrara sus puertas.
• En ese momento el público y el staff fueron evacuados. Alguien fue a investigar el ático y no encontró el incendio.
• A las 18:43 una segunda alarma de incendio reporta al panel, pero esta vez sí se encontró el incendio en el ático.
• A las 18:55 el incendio ya se hacía visible en el exterior de la Catedral; a las 19:56 colapsó la aguja; y a las 3:40 del día siguiente, nueve horas después de iniciado el incendio, se declara apagado.
• Durante la extinción trabajaron cerca de 400 bomberos, se utilizaron drones con cámaras, un robot telecomandado con un cañón de agua de 660 gpm7, y se adicionó flujo de agua, al de la red de hidrantes de la isla, bombeando a través de líneas de mangueras desde el Rio Sena.
• En el momento del incendio se estaba ejecutando un proyecto de restauración de €6 millones que buscaba reforzar la icónica aguja y reparar algunas de las vigas en el ático.
Normatividad: NFPA tiene dos normas que regulan la protección contra incendio de edificios históricos. NFPA 914, Código de Protección Contra Incendios en Estructuras Históricas y NFPA 909, Código para la Protección de Recursos Culturales como Museos, Bibliotecas y Lugares de Culto. Aunque no hay estadísticas de cuantos edificios históricos son destruidos por el fuego solo existe información sobre los más relevantes incendios, como el del Museu Nacional o Notre-Dame. Sin embargo, el tema de la seguridad contra incendios en edificios históricos es un tema que ha tenido mucha discusión en los últimos años.
Como es obvio, todos estos edificios fueron construidos cuando no existía un código de construcción adecuado, con materiales combustibles, sin ningún sistema contra incendios y con muy limitadas vías de evacuación. El proceso de reparación y restauración incrementa aún más el riesgo de incendio, por la introducción de trabajos en caliente y materiales inflamables. Además, cuando se piensa en mejorar la seguridad contra incendios del edificio, existe resistencia porque la posible modificación a los terminados interiores y la arquitectura del edificio contraviene la naturaleza “histórica” de la estructura que es lo que se quiere preservar. El tema es simplemente muy complejo.
La normativa existente no se centra en establecer requerimientos prescriptivos, como los que se encuentran en un código contra incendios moderno, sino que más bien sugiere que consultores de seguridad contra incendios, con el apoyo del equipo de mantenimiento y los curadores del edificio elaboren una evaluación que busque soluciones eficaces y costo-beneficiosas. Una buena idea es centrarse en las fuentes de ignición, por ejemplo:
• Prohibir fumar.
• Modernizar el sistema eléctrico.
• Prohibir el uso de extensiones eléctricas.
• Prohibir/restringir el uso de velas.
• Prohibir el uso de calentadores portátiles
• Durante renovaciones, si hay trabajos en caliente, establecer un proceso de permisología previo al trabajo. La persona a cargo de estos permisos debe inspeccionar, al final del día, todas las áreas donde ejecutaron trabajos en caliente.
• Utilizar retardantes en superficies combustibles.
• Evaluar el uso de detección temprana de humo, como por ejemplo detección por muestreo de aire.
• Evaluar la instalación de sistemas de rociadores automáticos. Por ejemplo, el ático de Notre-Dame hubiera sido un candidato ideal para este tipo de sistemas.
La restauración de la Catedral tomará unos cinco años y se ha estimado también que costará más de mil millones de Euros, ni se diga del costo de los artefactos que se perdieron en el incendio y nunca podrán ser reemplazados. Una adecuada seguridad contra incendios para Nuestra Señora de París así como para el Museo de Historia de Brasil hubiera costado solo una fracción.
Nota al pie:
1. “A Faulty Air Conditioning Unit Sparked the Brazil National Museum Fire”, by Meilan Solly, April 9, 2019, Smithsonian Magazine.
2. www.en.wikipedia.org , National Museum of Brazil/2018 Fire
3. https://mymodernmet.com/notre-dame-fire-updates/, Notre-Dame Updates: What We Know About the Cathedral Five Months After the Fire, September 10, 2019.
4. https://en.wikipedia.org/wiki/Notre-Dame_de_Paris
5. ”Notre-Dame Attic Was Known as ‘the Forest’ and It Burned Like One.”, by Aurelien Breeden, Elian Peltier, Liz Alderman and Richard Pérez-Peña, New York Times, April 19, 2019.
6. http://www.notredamedeparis.fr/en/la-cathedrale/architecture/la-charpente/
7. Robot tipo Colossus, fabricado por Shark Robotics en Francia. https://www.shark-robotics.com/en/robot/colossus/
* Jaime A. Moncada, PE es director de International Fire Safety Consulting (IFSC), una firma consultora en ingeniería de protección contra incendios con sede en Washington, DC. y con oficinas en Latinoamérica. Él es ingeniero de protección contra incendios graduado de la Universidad de Maryland, coeditor del Manual de Protección contra Incendios de la NFPA, Vicepresidente de la Sociedad de Ingenieros de Protección contra Incendios (SFPE). El correo electrónico del Ing. Moncada es [email protected].
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