Latinoamérica. Los desafíos que presenta la creciente demanda de ancho de banda plantean una estrategia de Migración de Alta Velocidad.
Con el tráfico interno de los Centros de Datos en espera de crecer hasta tres veces durante los próximos cinco años, y la creciente penetración de la Internet de las Cosas (IoT), el ancho de banda del centro de datos corre el riesgo de ser sobrecargado en un futuro cercano1. De igual manera, se prevé que para 2020 la presencia de los dispositivos IoT llegue a los 30 billones de dólares2, lo que refuerza el hecho de que la tecnología se basa en sí misma, por lo que su crecimiento será casi siempre exponencial, representando mayores retos para los administradores y operadores.
“Hay que decirlo, los administradores de los Centros de Datos requieren adaptarse a desafíos bastante complicados: aplicaciones que exigen velocidades más altas y rendimiento de latencia ultra baja; aumentando las densidades que pueden soportar las redes ‘leaf’ y ‘spine’”, menciona Ehab Kanary, Director del Departamento de Enterprise en Medio Oriente y África en CommScope. “Al mismo tiempo, deben encontrar una forma de mejorar la disponibilidad de la red mientras se reducen costos a través del tablero, por lo que migrar a más altas velocidades se presenta como una necesidad inevitable”.
Para muchos administradores de Centros de Datos, la respuesta radica en migrar su infraestructura, ya sea con una estrategia de restructuración integral rápida, o bien, con una lenta que se vaya adaptando al tiempo para soportar los nuevos requisitos de velocidad, latencia y densidad de puertos. Sin embargo, esto no es necesario, ni aplica de la misma forma para todos los Centros de Datos.
“Por un lado, no se puede ignorar el hecho de que las tendencias actuales y futuras de uso de datos son alarmantemente altas y no se espera que se estabilicen en el futuro; por eso la Migración de Alta Velocidad no se trata de un "si" sino de "cuándo". Por otro lado, todos los centros de datos tienen un conjunto muy singular de requisitos de negocio, expectativas de las partes interesadas y consideraciones técnicas”, explica Ehab Kanary.
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