México. En los próximos años, las exigencias en materia de seguridad para los operadores de aeropuertos mexicanos aumentarán significativamente. Cada vez son más los pasajeros y con ello las áreas que se categorizarán como críticas, fundamentalmente el control de acceso y la protección de las personas que utilizan las instalaciones. Por tanto, los aeropuertos requerirán controles de acceso cada vez más rápidos y seguros.
Los operadores buscan elevar al máximo el flujo de personas que pasan a través de sus terminales manteniendo al mismo tiempo un alto nivel de seguridad. Por su parte, los arquitectos y equipos de planificación se esfuerzan constantemente por ofrecer un espacio abierto, atractivo y acogedor. En consonancia con estas necesidades, Kaba cuenta con amplia experiencia en soluciones y servicios calificados para el control de acceso y seguridad en aeropuertos en todo el mundo.
En México, la experiencia de Kaba está representada desde hace ya 11 años por A+I. Sus soluciones están especialmente diseñadas para cumplir con los requerimientos de los operadores aeroportuarios y de las líneas aéreas: mayor seguridad, eficiente flujo de usuarios y gestión optimizada de accesos.
Hoy en día existen dos temas de regulación y control que son el punto débil en la mayoría de aeropuertos del mundo que aún son administrados bajo estándares no sistematizados, se trata del flujo de pasajeros y accesos no autorizados.
El flujo de pasajeros se puede mejorar mediante la automatización del control de pases de abordar. Esto reduce las filas de espera en la entrada eliminando la aglomeración de pasajeros y elevando la seguridad al llevar un control puntual de todas las personas que acceden.
Al leer el pase de abordar, los nuevos sistemas automáticos de acceso envían la información referente al acceso de cada pasajero a la compañía aérea correspondiente o al operador del aeropuerto. Esta información permite saber si todos los pasajeros de determinado vuelo han abordado puntualmente, o si existe algún retraso. Además, permite diferenciar a los pasajeros de primera clase, clase business o VIPs, reduciendo el tiempo de espera para cada caso.
La puerta permite, además, el paso de maletas con ruedas, mochilas y cualquier tipo de equipaje (de dimensiones permitidas) sin que suene la alarma; por su parte, los operadores tienen acceso a informes detallados del tránsito de pasajeros.
Uno de los aspectos más delicados de la seguridad en los aeropuertos es separar la zona pública (zona de tierra) de la zona de seguridad o “estéril” (zona aérea). Al llegar a su destino, los pasajeros salen del avión y deben cruzar con rapidez y facilidad de la zona aérea a la zona de tierra sin cruzarse con los usuarios que entran.
Los reglamentos de seguridad estipulan que ninguna persona no autorizada pueda tener acceso a la zona de aire, lo que quiere decir que debe evitar a toda costa que los pasajeros en llegada retrocedan o que personas no autorizadas tengan acceso a la zona aire.
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