La música, el fútbol y el béisbol son algunas de sus pasiones, pero la seguridad será siempre el pilar de su vida. José Vicente Calderón, el profesional del mes, comparte su visión de la industria de la seguridad y la importancia de la capacitación para su evolución.
Por Alejandra García Vélez
José Vicente Calderón es actualmente el gerente de General Security, pero antes de establecerse como un referente en este campo, su carrera recorrió otros caminos hasta llegar casi de casualidad al mundo de la seguridad; y es que en realidad su primera vocación fue la música. Graduado de Ingeniería Electrónica en la Pontificia Universidad Javeriana empezó a trabajar cuando aún era estudiante en la empresa Promusica Ltda.
Calderón es oriundo de la ciudad de Neiva, ubicada al sur de Colombia, allí nació un 14 de marzo de 1955 para luego trasladarse a Bogotá donde terminó sus estudios de secundaria y universidad. Su desarrollo en Promusica estuvo marcado por el cargo de técnico en el departamento de servicio, desde donde se trasladaría para ejercer como gerente de la ensambladora de órganos electrónicos de Yamaha en Colombia.
Después de su paso por el campo de la música electrónica, el profesional del mes se aventuró en una empresa que muchos sueñan pero que pocos se atreven a intentar: Crear su propio negocio. Una tarea difícil que según relata Calderon “me dejó una deuda muy grande y dos queridos hijos”.
Debido a lo anterior, relata nuestro invitado, en cuanto le ofrecieron un trabajo en el Banco de la República aceptó sin dudarlo, incluso sin saber cuál era exactamente el cargo y las funciones que desempeñaría.
Y así fue como el destino le puso en el camino su primer gran reto en la industria de la seguridad: ingresar al Departamento de Protección y Seguridad que tenía a cargo toda la infraestructura del banco y sus edificaciones, incluyendo museos y bibliotecas. “Allí conocí y trabajé con excelentes personas. Fue mi jefe quien me guió y me enseñó los primeros conocimientos sobre seguridad electrónica”.
Compromiso con la seguridad
En opinión de Calderón, más allá de los conocimientos técnicos, la principal característica de un gerente en el campo de la seguridad electrónica es la honradez. Pues, según explica, este termino va muy ligado al objetivo primordial de cualquier empresa de este ramo: garantizar la seguridad del entorno de quién contrata el servicio.
“Al ser seguro este ambiente el cliente puede trabajar tranquilo en el día y en la noche descansar en total paz porque se tiene la seguridad de que sus bienes están protegidos. Se debe ser honrado en dar respuesta a la necesidad del cliente teniendo en cuenta que este nos entrega la seguridad de sus bienes, de sus empleados y su familia, por lo que las soluciones que se planteen deben ser a conciencia con el mejor costo-beneficio”, aseveró.
En cuanto a la relación con los empleados de una empresa, resalta la importancia de crear un relación de confianza y pertenencia con la compañía. Para él este tema es de vital importancia por ser la seguridad un ramo muy especializado en el que la inversión en capacitación del personal es muy alta y la experiencia y relacionamiento con los clientes de cada empleado es un aporte intangible invaluable para la empresa.
Por otro lado, entre los aspectos positivos que resalta el invitado están las perspectivas a futuro de la industria, que como bien dice siempre han sido y seguirán siendo prometedoras; “cada día surgen nuevas empresas que fabrican, que distribuyen y otras que compran las empresas que les interesan, creándose actualmente mega compañías que son dueñas del 80% de las grandes empresas no chinas que producen sistemas de seguridad”, indicó.
Capacitación para crecer
Al hablar de las amenazas o problemas que detecta en el mercado, José Calderón, es categórico al afirmar que en los últimos 10 años se ha vivido un explosión de compañías que pretenden ofrecer soluciones en seguridad electrónica pero que nacen sin contar con la experiencia necesaria para hacerlo.
“Desafortunadamente la decisión de compra es casi siempre del financiero o teniendo en cuenta el precio más bajo en las ofertas públicas. Por eso muchas veces se le da el negocio al que presente una propuesta de menor costo, sin tener en cuenta que ofrece equipos de baja gama soportados por mano de obra de mala calidad, lo cual afecta el buen nombre de las empresas que continuamente se preparan y capacitan para ofrecer una buena propuesta técnica soportada con mano de obra calificada”.
Calderón resaltó también que “gracias a asociaciones como ALAS, que se preocupan por capacitar a todos los miembros de la industria, desde vendedores, técnicos y gerentes, el nivel de profesionalismo se ha incrementado”.
Por eso, sin duda alguna la capacitación es para el profesional del mes la herramienta más importante que tienen todos los profesionales de la seguridad. Aprovechar los seminarios y entrenamientos que los fabricantes o asociaciones como ALAS y NFPA dictan es indispensable, además de asistir a las ferias donde se exhiben los últimos adelantos tecnológicos, puntualiza Calderón.
La familia
Su esposa, con la que lleva treinta años de casado, cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres, conforman su familia. Tres de sus hijos ya son mayores y profesionales, mientras que la menor está actualmente en sexto año de educación media.
Respecto a sus aficiones confiesa que por mucho tiempo fue hincha de Millonarios, uno de los equipos de la capital de Colombia, pero que desde hace unos años todo su apoyo es para el equipo de su ciudad natal el Altlético Huila, que hace poco ascendió a la primera división del fútbol colombiano.
Además el gusto por la música aún se mantiene, de hecho el profesional del mes todavía pertenece a la Tuna de su universidad, de la que además fue director en el año 1981. Fue precisamente ese año, el 81, en el que contrajo matrimonio, y ante sus nuevos compromisos y ocupaciones dejo el cargo de director de la tuna, aunque es una actividad que todavía lo apasiona.
En ese sentido, se confiesa como un gran aficionado de la música colombiana, especialmente de la Andina instrumental. Pasando al tema de los deportes, Calderón recuerda que durante su juventud fue beisbolista y uno de los principales promotores de la creación de la Liga de Béisbol de Bogotá. Asimismo, fue campeón de Bogotá en 1976 con el equipo de su barrio el Pablo VI y fue seleccionado al Nacional Juvenil de ese año.
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