por Vanesa Restrepo
Apasionado por la seguridad, así podría describirse a Francisco Masella, un brasilero que ha pasado la mayor parte de su vida en medio de circuitos electrónicos y que aún hoy dedica 16 horas diarias a ese trabajo en la compañía Spya Alarmes, de la cual es fundador. Su tiempo se reparte entre sus oficinaas, las tiendas, ferias internacionales y libros sobre seguridad, pero no parece bastarle.
Desde que se levanta, Masella comienza a trabajar. Ingresa a su oficina en la ciudad de São Paulo a las 9:00 de la mañana y allí permanece, desempeñando diversas labores hasta las 8:00 de la noche. Entonces, emprende el camino de regreso a su casa, donde casi siempre continúa su trabajo hasta la 1:00 de la mañana.
Tanta dedicación tiene una sola explicación: su trabajo lo hace feliz. La pasión que siente por la seguridad le permite sentirse realizado y, a partir de allí desarrolla su vida.
Pero esta industria no es la única razón de vivir para Masella; la familia también tiene su espacio y la motivación para trabajar a diario. A ella le dedica los fines de semana y el poco tiempo libre que le queda entre los viajes y la oficina.
Jugando a ser técnico
En la adolescencia, nuestro profesional del mes tuvo su primer contacto con los circuitos y su fascinación ayudó a que pronto se decidiera por ser técnico electrónico. Durante su tiempo de estudio, Masella alternaba las clases con algunos trabajos en los que montaba citófonos, alarmas, amplificadores de sonido y otros aparatos. Para entonces, su gran apoyo eran las lecturas que hacía: “siempre me relacionaba con las revistas electónicas extranjeras”.
Estos trabajos incentivaron la imaginación de Francisco, quien en poco tiempo ya estaba haciendo los ensayos de sus primeros aparatos. “Después de un período de trabajo, inicié la fabricación de un citófono que vendí, pero tuve muchas dificultades en la instalación, por lo que perdí el negocio”, explica.
Afortunadamente, este problema no afectó el desarrollo profesional de nuestro invitado, quien, sin embargo, desistió de la idea de trabajar con citófonos y optó por buscar más experiencia: “para aprender a instalar busqué empleo en una empresa fabricante e instaladora de alarmas”. La compañía era la más importante de la época, pero Francisco no lo sabía. “Allí aprendí a instalar, al comienzo tuve muchas dificultades, pero el proceso fue muy bueno para mí”.
Desde entonces, Francisco Masella no se ha desprendido ni un solo minuto de la industria brasilera de seguridad.
Emprendedor
Ya en 1983 el espiritu emprendedor volvió a tocar a Francisco, quien inició el proyecto más importante de su vida: la compañía Spya Alarmes. En compañía de otros socios, la naciente empresa se dedicó a fabricar e instalar sus productos para el consumidor final.
En los 90's con la llegada de la apertura comercial y de mercados , así como el inicio del proceso de globalización, Spya Alarmes realizó una alianza con Napco Security Systems, a través de la cual comenzaron a importar nuevos productos con tecnología de avanzada.
Estas alianzas internacionales dieron inicio a una etapa de experimentación en la empresa que despertó el interés de otros instaladores y de sociedades del área que pasaron a solicitar los productos para la compra. “Con una gran demanda por estos productos de nueva tecnología y de mayor calidad en el país, la compañía vio en ese momento un mercado con gran potencial y optó por la distribución de sistemas de seguridad electrónica en su primera tienda Spya Express, en el tradicional barrio Belém de la ciudad de São Paulo, con atención exclusiva a los profesionales del segmento”.
Este concepto de tiendas con atención especializada tuvo una gran acogida en Brasil, al punto de que hoy son ocho las tiendas que, con similar estructura, atienden el mercado nacional.
Este concepto de atención personalizada y valor agregado a través del servicio al cliente es, para Masella, uno de los elementos que pueden marcar la diferencia entre una compañía y otra. “Los productos pueden ser de mejor calidad, pero si hay un servicio al cliente, yo me quedo”, explica mientras comenta que ésta es la situación que le ocurrió a él con los taiwaneses. Según cuenta, el excelente servicio al cliente ayudó a marcar su preferencia por los productos de este país asiático frente a otros de similar calidad.
La fórmula del éxito en las tiendas, ideada por Francisco Masella es sencilla: “atención única y personalizada, enfocándose en la calidad, en la escogencia de los productos a comercializar, atención al cliente y capacitación de los profesionales del sector a través de cursos gratuitos”, manifesta.
Un mercado con futuro
Los cerca de 40 años al servicio de la industria de seguridad en Brasil le permiten a nuestro profesional del mes hablar con propiedad acerca del desarrollo y la situación actual de ésta.
Para Masella aún existen muchos elementos en los que los brasileros deben avanzar, principalmente en lo concerniente al desarrollo de nuevas tecnologías y a la actualización constante de los técnicos.
“Aún nuestro pueblo no tiene cultura de seguridad, ni los empresarios del sector ni el consumidor final”, indica Masella, quien también opina que hace falta un largo camino para que el país esté en el nivel óptimo.
“Hay muchas instalaciones de cámaras, DVRs, placas de captura; muchos productos de video vigilancia instalados, pero las empresas no monitorean, o mejor, no cobran el monitoreo de la imagen, la mayoría ofrece el servicio gratis y en cuanto a las alarmas, aún instalan muchas sin seguimiento, es extraño, pero ocurre”.
Respecto al futuro del sector, Francisco señala que aún hay mucho camino por recorrer, sobre todo en el desarrollo de plantas de producción propias. “Infelizmente por décadas perdimos el acceso a las tecnologías y hoy nosotros no tenemos fábricas de componentes”.
De acuerdo con Masella, la actualización tecnológica es una pieza clave que influye en los resultados de las empresas de su país: “Aún hoy muchas empresas de seguridad electrónica producen equipos con los mismos conceptos de 25 años atrás, pero no falta trabajo en el sector para quien lo hace con honestidad y dedicación”.
De igual forma, afirma que es necesario trabajar aún más en la capacitación del recurso humano: “La mayoría de los empresarios del sector no tienen buena formación técnica o empresarial, no tenemos tecnologías propias en el área de seguridad, no hay demanda suficiente como para que grandes firmas se establezcan en Brasil, estamos aún en el pasado en muchas industrias del sector”
Liderazgo innato
La lectura y la ayuda son dos de las principales cualidades que hacen a una persona exitosa. En el caso de Francisco Masella son varios los elementos que le han ayudado a tener éxito profesional. “Un buen gerente tiene que ser honesto, trabajador, estudiar y buscar todas las informaciones respecto a su segmento, compartir esas informaciones, enseñar y estar siempre dispuesto a ayudar”.
Por eso, la mayor parte de las lecturas diarias de Masella se refieren a información del sector, libros que muestran nuevos productos, investigaciones, así como otros dedicados a la atención al cliente, gerencia, desarrollo, etc.
En su trabajo, reconoce que no todo ha sido perfecto y que ha tenido algunos problemas con compañeros y empleados que no tienen trato adecuado con los clientes o que no comparten la información con sus colegas. “Tengo dificultades con algunos colaboradores que pecan por falta de foco y dedicación al trabajo, por la pasividad, egoísmo y egocentrismo”
En el aspecto personal, las actividades del campo y las visitas a la playa con la familia son dos de las actividades que más le satisfacen en su tiempo libre, en el que también suele escuchar música, aunque reconoce que no tiene ningún genero predilecto. “Aprovecho el tiempo con mi familia o las ferias internacionales para tener algunos momentos de placer. El resto del tiempo es trabajo”.
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