Crecer para ver: Juan Enrique Hernández de México

Un sabio dijo alguna vez “que lo bueno de las cosas no es tenerlas, es conseguirlas”,  por tal razón seguramente cuando Juan Enrique Hernández está asando carne de res en el patio trasero de su casa, cada domingo, en un agradable espacio de regocijo y confraternidad con sus tres hijos y su esposa, recordará con gratitud los momentos difíciles por los que pasó mientras estudiaba y trabajaba, aprendiendo el verdadero valor de las cosas.

Este ingeniero arrancó su compañía, Sistemas NISSI, en 1991, su propósito era proporcionar soluciones para la industria de tecnologías de información (equipos para redes locales de computadoras (LAN), redes amplias (WAN), sistemas operativos de redes (Windows NT y NOVEL) y sistemas de cableado estructurado.

Enfocado en el servicio

Desde el principio la compañía se enfocó en el cliente y se mantuvo firme en su visión de negocios. Tomaba la oportunidad de trabajo y poco a poco el cliente comparaba la calidad de sus servicios y el tiempo de respuesta de las demás empresas, al final siempre elegían a la compañía NISSI para prestar el servicio post venta.

El camino de la compañía hacia la integración de seguridad, como principal eje de sus servicios, se abre gracias una sugerencia de uno de sus fabricantes, Computer Asociettes, ellos le informaron a Sistemas NISSI que estaban elaborando un producto integral de seguridad, el cual cubriría la seguridad lógica como la física. Esto significaba en ese entonces para la industria de la seguridad, poder  tener un centro de control donde se controlara el acceso a las redes locales a través de las computadoras tanto locales como remotas, así como el acceso a los edificios y áreas especificas de la empresa.

El conocimiento de tal posibilidad proyectaría el futuro de la compañía, Juan Enrique se empeño absolutamente en que su entidad pudiera prestar esta integración en sistemas de seguridad como el programa bandera de sus servicios. El producto de Computer Asociettes finalmente nunca apareció, pero esto no detuvo a Sistemas NISSI.

A mediados de los noventas, la compañía empezó a realizar los contactos necesarios para poder implementar este servicio, ubicó proveedores de equipos y consiguió personal capacitado para realizar la integración, finalmente realizaron la primera integración con equipos de Axis y Milestone Systems. Desde ese entonces y hasta ahora, la empresa ha seguido comercializando este paquete y ha ido agregando otros para adaptarse a las necesidades y capacidades del cliente, pues como lo expresó el Ingeniero, “esta compañía está orientada hacia el usuario final y por eso le hacemos bastante fuerza al servicio post venta, prestando otros servicios como el mantenimiento”.

El camino del emprendedor

Juan Enrique nació el 18 de septiembre de 1961 en el municipio de Monclava, Coahuila, ciudad ubicada al norte de México muy cerca de la frontera con Estados Unidos. Allí pasó la infancia al lado de sus padres; en 1978 migró hacia la ciudad de Monterrey con toda la intención de estudiar medicina, pero al estar allí sus estudios en la preparatoria revelaron en él inusitadas habilidades para la ingeniería.

Siguiendo lo que sus habilidades revelaban, ingresó a la U.A.N.L y empezó la carrera de Ingeniería en Eléctrica y Comunicaciones en 1980, realizó sus estudios en horas de la noche para aprovechar el día trabajando y así poder pagar sus estudios; su padre era quien más lo motivaba a actuar de está manera, pues esperaba que así él obtuviera más  responsabilidad. Su primer trabajo lo relacionó rápidamente con el tema de la seguridad, tal cual lo augura el viejo y conocido refrán “si naciste para martillo del cielo te caen los clavos”.

Pero los extraños caminos de la vida lo llevaron a iniciar su vida laboral en una empresa harinera, Harinera Santos, S.A; su padre lo  recomendó allí con el Señor Ernesto Simroth, quién  era el gerente de planta de en aquel entonces,  Simroth era una persona de expresión dura y exigente con sus empleados, pero en contraprestación sabía recompensar el esfuerzo de cada uno de sus servidores con buenos salarios.

Juan Enrique se inició allí como dibujante industrial,  en medio de sus actividades y en sus quehaceres del día a día como delineante, terminó reportando condiciones anormales de funcionamiento de equipo y maquinaria en la planta, poco a poco se fue acercando al encargado de la seguridad industrial, a tal punto que se volvió un importante apoyo en esta área, finalmente su labor se hizo tan indispensable que fue promovido como analista de seguridad industrial oficialmente.

Durante un año, Hernández estuvo colaborando en este nuevo puesto, hasta que su nuevo jefe lo recomendó con el gerente de seguridad industrial de una empresa de la industria metal-mecánica, Industrias Metálicas Monterrey SA,  él se trasladó allí y estuvo a cargo de los sistemas de extinción de incendios y equipos de seguridad y protección personal. La disposición e interés que Juan Enrique mostró en el nuevo empleo, rápidamente lo destacaron y lo llevaron a tomar una capacitación de combate de incendios, en la Universidad de Texas A&M, esta preparación luego le permitió colaborar como entrenador de las brigadas de bomberos voluntarios.

El tiempo pasó y trajo cambios a la vida de Juan Enrique, uno radical que impactaría el resto de su vida. Cambió completamente de tipo de trabajo y empezó a laborar en una planta de fabricación de equipos y sistemas de control de supervisión llamada Sistemas Computacionales Avanzados S.A. Acá se desempeñaba en una rama de la seguridad que tenía mucho más que ver su carrera, aunque ya se alejaba de lo ocupacional. Un trabajo mucho más relacionado con lo que sería su futuro.

El ingeniero ingresó allí como inspector de calidad de componentes electrónicos y terminó como jefe de soporte técnico y servicio al cliente. Allí fue donde él obtuvo las bases técnicas para los sistemas de control y de atención a clientes, aspectos importantes que  marcarían el futuro de este ingeniero dentro del área de la seguridad electrónica, en sus propias palabras, “esta experiencia fue como una  segunda escuela técnica para mí”. Y no es para menos, ya que Juan Enrique laboró en está compañía por diez años.  

El gusto por la seguridad electrónica se hizo cada vez amplio y tangible en Hernández,  quiso profundizar sus conocimientos en  el tema de seguridad electrónica pero no se le hizo fácil dado que no había en México mucha oferta educativa relacionada con el tema. Tomó un diplomado en fibras ópticas en el Instituto Tecnológico de Monterrey, en 1985 terminó sus estudios y se tituló como Ingeniero en Electrónica y Comunicaciones, siguió laborando en Sistemas Computacionales hasta finalizar el año 1990 y en 1991 empieza a montar su propia compañía Sistemas NISSI.  

Una  ligera lección de marketing

Lo aprendido en el trabajo, en la universidad, en la dirección de Sistemas NISSI sumado a una experiencia de más de 20 años en la industria de la seguridad convierten a Juan Enrique en una autoridad en el tema, por lo tanto decidimos transcribir aquí lo que contesto a la siguiente pregunta: ¿cuál, o cuáles son los objetivos que debe lograr un gerente en el ámbito de una empresa de seguridad?

“Considero importante mencionar que el gerente o directivo de una empresa integradora de sistemas de seguridad electrónica, debe realizar lo que se llama el “marketing estratégico”. Esto quiere decir lo siguiente; no puedes sacarle pasos de ventaja a tu competencia, ni ser innovador, si sólo te dedicas a hacer el marketing del día a día. Esto es el marketing de lo urgente, mientras que el marketing estratégico es “el marketing de lo importante”. Ampliare más de esto porque lo he puesto en práctica desde hace varios años. El marketing estratégico se centra en la innovación o la entrega de valor e incluye por lo menos, lo siguiente:

1)El modelo de negocio que quieres realizar.
2)La dinámica de la industria y su entorno.
3)La reinvención de las reglas predominantes del juego.
4)Detección de segmentos de mercado nuevo y su re-configuración.
5)Replanteo constante de la propuesta de valor en aras de descubrir y explotar oportunidades.

La estrategia demanda una definición del “qué”, y luego una planeación del “cómo”; requiere de una orquestación entre las partes involucradas, tanto internas (empleados) como externas (clientes), y de un alineamiento contundente de toda la empresa hacia una misma actividad central que es a favor del mercado meta y en contra del competidor.

Para hacer lo anterior, como estratega-directivo, busco moverme en cuatro dimensiones de oportunidad:

•Mismos clientes-mismos productos ( penetración)
•Mismos clientes-diferentes productos (desarrollo de productos o soluciones)
•Nuevos clientes-mismos productos (desarrollo de mercado)
•Nuevos clientes-nuevos productos (diversificación de productos y soluciones)

“Para mí el marketing estratégico no se trata de hacer las cosas mejor, ni de hacerlas más económicas, sino que se trata de ser diferente y relevante para el mercado meta; ser único es mucho mejor que ser mejor”.

Así ve las cosas Juan Enrique en Monterrey y México

Así mismo, el ingeniero Juan Enrique Hernández opinó acerca de  la evolución, el mercado actual y el entorno económico  de los sistemas de seguridad electrónica en Monterrey  y México.

Por el lado de la implementación y evolución del uso de tecnología  el profesional del mes opinó, “La evolución que ha tenido la industria de seguridad en México, ha sido muy buena, ya que a este momento una empresa como la nuestra tiene la posibilidad de desarrollar soluciones con los mismos productos de seguridad que se venden en el extranjero. Antes era imposible conseguir el producto y el apoyo del fabricante para hacer eso”.

“He visto como es posible tener productos de última generación e integrarlos en nuestros paquetes de soluciones de seguridad electrónica. Esto permite que clientes extranjeros se sientan en la confianza de solicitar la marca y producto específico que ellos están especificando para sus lugares de origen, en México podemos venderles exactamente los mismo y con la misma capacidad técnica o a veces mejor que la que ellos tienen. En mi opinión personal, por varias experiencias que he tenido, es satisfactorio poder tener este alcance o capacidad de integración de soluciones, ya que a decir de ellos, los latinos somos más creativos con las soluciones de seguridad electrónica. Me han comentado que lamentan no poder tener el mismo nivel de servicio en sus sitios de origen”.

En el caso del estado del mercado y las expectativas para este año en materia de negocios Juan Enrique opinó de la siguiente manera. “De acuerdo a las últimas cifras disponibles de 2007, el índice de producción industrial de Estados Unidos creció a una tasa anual de 2.1% en noviembre, y el índice de producción manufacturera de México creció a una tasa anual de 0.9% en octubre. En cuanto al crecimiento del índice de producción manufacturera en Nuevo León, el último dato publicado por INEGI señala un crecimiento de 1.1% en los primeros ocho meses. Sin embargo, en Nuevo León el empleo formal en manufacturas no se ha desacelerado tanto. De acuerdo a cifras del IMSS, el empleo en manufacturas creció 3.3 % de 2006 a 2007. Se estima que en 2008 el PIB y el empleo en las manufacturas de Nuevo León crecerán a tasas más moderadas que el año anterior, ya que ambas variables dependerán de la evolución del sector industrial norteamericano”.

“Lo preocupante de esto, es que con una desaceleración en puerta y un desempleo creciente, los niveles de inseguridad se incrementan en toda la ciudad, por la falta de  flujo de dinero. La presencia de grupos delictivos que disputan, zonas de mercado de estupefacientes, trae como consecuencia más violencia. Esta combinación de factores de riesgo es preocupante y genera cierto sentimiento de inseguridad en la población y descontrol por parte de nuestras autoridades. Las empresas, quieren invertir mas en sistemas de seguridad para evitar ser sorprendidas o atenuar el daño, sin embargo la falta de flujo en muchas de ellas les impide hacerlo”.