El auge de los sistemas urbanos de CCTV

Desde hace algunos años se oye hablar frecuentemente de los sistemas de seguridad ciudadana y América Latina no ha estado alejada de esta tendencia mundial; día tras día aumenta el número de ciudades, de distinto tamaño, que solicitan cotizaciones para la implementación de estas soluciones.

El motivo fundamental yace en varias razones, pero entre las más importantes podemos citar el alarmante incremento en la criminalidad de las urbes latinas, pero también el afán de los gobiernos por recuperar la credibilidad que los ciudadanos perdieron en los sistemas políticos y judiciales de sus respectivos países. La forma para lograr lo anterior podría ser generar una sensación de control y protección total sobre cada centímetro de las ciudades; sin pretender violar la privacidad individual, los sistemas de monitoreo ciudadano le brindan a las personas la sensación de que nada de lo que ocurra quedará impune.

Ante una cada vez mayor sofisticación en las bandas de facinerosos, habilitados en la mayoría de los casos, para propiciar la dispersión de la fuerza policial, la implementación de “sistemas de cámaras de ciudad” cobra vital importancia, pues de esta forma es posible que se controle el pie de fuerza de una municipalidad y se asigne su despliegue según sea necesario.

Sin tener el dato actual del número de ciudades que sólo en Latinoamérica han implementado estos sistemas, puede decirse que la moda va desde México hasta la misma Argentina, y más importante es aún decirlo que no sólo se han hecho en grandes urbes, sino también en pequeños pueblos o regiones en las que se han cubierto tres y cuatro municipalidades con tan sólo 40 cámaras.

Para tener una idea del impacto que tendrán tales aplicaciones en Latinoamérica, vale decir que en los próximos meses 25 localidades de Puerto Rico implementarán cámaras en áreas comunes para proteger la población contra los delincuentes.

Algunas cifras de la región

Cuando se habla de el incremento de las estadísticas criminales en América Latina no se está exagerando. Es además importante anotar que los detonantes de dicho incremento son tan disímiles como son las características sociales de la población latina.

En Centroamérica, por ejemplo, las maras (pandillas juveniles) y otras formas de crimen organizado son las que han llevado la batuta en este nefasto indicador, mientras que en el norte de Suramérica y Brasil el narcotráfico se mantiene como el elemento desestabilizador. En el sur del continente, la delincuencia común ha tenido alta relación con el crecimiento de las cifras del crimen, y esto se ha reflejado en un alza en la comisión de delitos como robos a mano armada, secuestros y violaciones.

En Estados Unidos, para comenzar con las estadísticas, el asesinato en las grandes ciudades de este país presentó un crecimiento del 10% entre 2004 y 2007, a lo cual se suman alzas en cifras también en los robos. En Nueva York, más precisamente en el Bronx, entre 2002 y 2005 la criminalidad aumentó en un 33%.

En México, por su parte, la delincuencia creció un punto porcentual entre 2006 y 2007, situándose en 17%, de acuerdo con lo informado por el diario local La Jornada a finales del año pasado.

En Centroamérica los datos no son menos alarmantes. Según información divulgada por El Nuevo Diario, de Nicaragua, a comienzos de 2007 la situación más alarmante se presentaba en El Salvador, Honduras y Guatemala, en donde entre 2005 y 2006 se registraron por cada 100 mil habitantes 55,5; 40,6; y 37,5 homicidios, respectivamente. La causa parece estar en la pobreza y el desempleo, situación que lleva a los jóvenes a recurrir a la delincuencia como modo de vida.

En Argentina, para 2004 se tenía una terrible estadística de 143 delitos por hora, lo cual incluye asesinatos, asaltos, violaciones, accidentes de tránsito y lesiones por peleas. Para dicho año, se tenían 6,32 homicidios por cada 100 mil habitantes, cifra bastante inferior a la brasilera, que alcanzó 19 por el mismo número de ciudadanos.

Pero, ¿por qué las autoridades han optado por instalar sistemas electrónicos de seguridad en vez de incrementar el número de policías o de guardias de vigilancia? VENTAS DE SEGURIDAD entrevistó a tres expertos (María Bustamante, de Vicon; Alexander Gutiérrez, de Samsung GVI; y Carlos Granda, de la firma colombiana de integración Datanet).

En opinión de María Bustamante, uno de los problemas más comunes con los que el usuario final llega a ellos es el de la corrupción en sus fuerzas policiales, lo cual ha hecho que sean considerados como uno de los organismos estatales que más sufren de este mal. Entonces, aparte de servir en la protección de la ciudadanía, estos sistemas están siendo utilizados para separar a los funcionarios corruptos, pues en ocasiones los programas de video vigilancia han servido para captar a policías en transacciones ilegales. “Los gobiernos están muy interesados en devolverle la credibilidad a los ciudadanos en sus sistemas judiciales”, explica.

Sin embargo, Alex Gutiérrez, de Samgung GVI, cree que la seguridad electrónica debe entenderse como un complemento a las demás variedades de seguridad que se ven en el mercado. “La eficiencia de tener el control y monitoreo remoto complemente supera en muchos casos a la de los efectivos policiales rondando las calles, pero por otro lado ninguna cámara va a capturar a un delincuente o apoyar un caso de evacuación o emergencia, así que la presencia humana es indispensable apoyada con buenos equipos de transporte y comunicaciones”, agrega.

Tecnología con amplias posibilidades

Los comienzos de esta tecnología pueden dividirse en dos etapas principales. La primera data del año 2000 cuando comenzaron a verse tales aplicaciones, pero muchos de estos primeros sistemas fracasaron en su implementación por deficiencias en la infraestructura y desconocimiento tecnológico. No obstante, los primeros proyectos exitosos datan de 2002, mientras que el auge comenzó en 2005 hasta ahora.

En la actualidad, las aplicaciones son bastante robustas, tanto que permiten la vinculación con diferentes sistemas de seguridad. Usualmente, los sistemas de monitoreo ciudadano se han acompañado de programas de radiocomunicación, así como de las líneas de emergencia o 911.

“Una de las grandes ventajas que tenemos ahora es la de la integración con otras tecnologías; por lo menos ahora ya empezaron a vincularlos con sistemas de reconocimiento de licencias y básculas para el pesaje de camiones para la protección de las carreteras. Esta combinación se está utilizando bastante en Colombia, Ecuador, México y República Dominicana. Se está utilizando también el análisis de video para la protección perimetral de aeropuertos; en general, se está protegiendo a la ciudadanía sin que estos lo noten”, agrega Bustamante.

Asimismo, las autoridades han recurrido a la combinación de la tecnología de cámaras con sistemas de alarmas, y como lo plantea Gutiérrez, han generado grupos de trabajo conjunto para incrementar la eficiencia de los sistemas de monitoreo ciudadano. “En algunas ciudades la policía ha ensayado el uso de sistemas de alarmas comunitarias. Más importante y con mejores resultados ha sido el hecho de invitar a las empresas de monitoreo (de alarmas y video) a formar redes de apoyo con la fuerzas policiales para tener una mejor coordinación entre los cuerpos de seguridad 'privados' y la seguridad ciudadana. También ha sido importante el uso de sistemas GPS instalados en las unidades policiales para ser más eficientes en los despachos y reacción, al igual que tener integrados los sistemas de atención de llamadas de emergencia (conocidos como 911 ó 123) en las salas de control de CCTV”, comenta Alex.

Con lo anterior coincide Carlos Granda, de la firma integradora Datanet, y quien ha tenido a su cargo la implementación de varios sistemas de este tipo. En Colombia, explica, se han dado algunas vinculaciones incipientes con sistemas de GPS, pues lo que más frecuentemente se presenta son las combinaciones con sistemas de alarmas comunitarias, integración que ha rendido resultados altamente positivos. “Se coloca en un barrio de alta peligrosidad un panel de alarma y se extiende de tres a cuatro cuadras a la redonda con pulsores inteligentes. Cuando algo ocurre se le envía a una central de monitoreo el suceso en tiempo real, así como quién lo está pulsando y la dirección exacta a la que se debe desencadenar la reacción; eso nos ha ayudado mucho en Antioquia y Colombia”, anota.

En muchos de los casos, la implementación de cámaras y su control desde las estaciones de policía o ejército son la práctica más adecuada, teniendo en cuenta que en las poblaciones pequeñas es común que las bandas delincuenciales llamen a las autoridades para reportar falsos delitos, con el fin de hacerlas desplegar su fuerza inútilmente mientras cometen ilícitos en otras zonas de la ciudad.

Algunas concepciones técnicas

Para los expertos, los sistemas de monitoreo ciudadano consisten en centros de monitoreo que se ubican estratégicamente para proteger las instituciones que controlan el orden público (ejército, policía, sector hospitalario, entre otros) y ayudan a que se mantenga el establecimiento. Lo ideal es que toda la actividad que concierne a estas instituciones confluya en un centro de monitoreo que presente en unas pantallas toda la información que captan las cámaras, las cuales pueden estar a muchos kilómetros de distancia. La importancia actual de estas obras se mide en el enorme valor que tienen hoy las imágenes en la determinación de los culpables de la comisión de un delito.

¿Qué elementos mínimos deben ser tenidos en cuenta antes de instalar un sistema de CCTV urbano? María Bustamante da algunas claves importantes que deben ser tenidas en cuenta por los usuarios finales.

Lo primero que esta experta recomienda es asegurarse de contar con los conocimientos mínimos en la materia para dejarle claro siempre al usuario final cuáles son los pros y los contras de un sistema de video vigilancia. También es muy importante que se tenga en cuenta que no siempre los costos de financiar un sistema de este tipo son un problema, pues de una u otra manera se encuentran los recursos. “Una de las cosas que los usuarios finales deben conocer es sobre la financiación de un proyecto. Muchos clientes desconocen que en todos los países hay fondos gubernamentales para la protección de la mujer, de los niños y otros que se pueden juntar para financiar un proyecto de CCTV, de este modo la inversión del gobierno local es de solamente un 10 o un 15%”, asegura María.

Para el representante de GVI, hay varios elementos que se deben analizar antes de implementar un sistema de este tipo. Como primera medida, la ubicación de las cámaras debe ser un aspecto completamente controlado. “Las leyes de la física no perdonan y después de hacer el diseño no es fácil cambiar las ubicaciones por capricho de alguien que decidió que se veía mejor desde otro lado; esto puede implicar la instalación de un repetidor que no se había contemplado, afectando todo el presupuesto“. En segundo término estaría la forma en que se va a realizar el monitoreo y la grabación y si se van a contemplar alternativas como centrales redundantes o de respaldo.

“Para la transmisión de video la tecnología preferida es la inalámbrica. ¿Ya se hicieron los estudios de propagación RF y zonas Fresnel? En algunos casos hay que sacrificar las ubicaciones ideales de las cámaras a nivel operativo para poder tener la mejor ubicación a nivel de radiotransmisión. ¿Cuáles son las posiciones críticas? Si piensan usar parte de la estructura existente de comunicaciones, por ejemplo de una empresa de teléfonos o de cable, ¿qué tan seguro es? ¿Qué costo va a tener el arriendo de pares para la transmisión de video? En una ciudad parte del sistema de vigilancia quedó fuera de servicio porque el costo de arriendo de los pares aislados excedió el presupuesto estimado por la gobernación. ¿No hubiera sido mejor invertir un poco más en el sistema inalámbrico para después no tener costos altos de mantenimiento?”, son recomendaciones que aporta Gutiérrez.

Ahora. ¿Cómo se instala un sistema de monitoreo ciudadano? La ortodoxia indica que en los sistemas urbanos de CCTV las unidades de captura deben ser ubicadas de forma que permita obtener redundancia entre varias unidades, sin coincidir en el espacio geográfico cubierto, para que de esta forma se alcance la mayor cobertura posible. La escalabilidad es otro factor fundamental, entendida ésta como la posibilidad que ofrece un sistema para ser actualizado o crecer sobre sus mismas características sin golpear o modificar notablemente la infraestructura existente.

Esta ubicación estratégica vuelve y cobra importancia cuando se trata de sistemas inalámbricos, pues en este último caso una errónea ubicación puede perjudicar notablemente la transmisión de la señal de video de un punto A a un punto B por interferencia física en la línea de vista.

En cualquiera de los casos la recomendación de los expertos es iniciar determinando cuáles son exactamente las necesidades que se tienen en materia de seguridad para luego proceder a señalar las posibles soluciones. Posteriormente, cuando se decide implementar un sistema de CCTV, lo que sigue es proceder a enumerar los objetivos del mismo, como por ejemplo desarrollar una solución disuasoria contra el robo y el vandalismo en el centro de una población o en ciertas áreas específicas. Los objetivos pueden variar según las necesidades detectadas al comienzo.

En este punto María cuenta desde su experiencia acerca del proceso para implementar una solución. “Primero hay que mirar por dónde empezar y se empieza por vecindarios de alta peligrosidad. Segundo se debe hacer un análisis del terreno si realmente es factible tirar cable, fibra o inalámbrico. Posteriormente se piensa en un sistema que se pueda expandir y se le presenta al gobierno un plan de ampliación a futuro, lo cual es como una negociación en la que el número de cámaras a instalar en el futuro varía de acuerdo con la reducción de la criminalidad que se haya obtenido en un determinado sector”, comenta.

Es importante tener en cuenta que en algunos sistemas de CCTV urbano, las instalaciones pueden combinar protección de espacios abiertos como también la video vigilancia en edificios estratégicos a lo largo de una zona. En este caso, se deben determinar tanto los objetivos del sistema en general como de la aplicación de unidades de captura en edificaciones, pues las ubicaciones y los objetivos pueden cambiar.

En cuanto a los equipos a utilizar también hay requerimientos especiales. Inicialmente se debe tener en cuenta que las unidades sean resistentes al medio ambiente, pero también portátiles y fáciles de instalar. “Esto último es especialmente útil en el caso de los huracanes. En México nos ha pasado un par de veces que cuando se anuncia la llegada de los huracanes se desmontan los equipos”, dice Bustamante. Los equipos deben ser igualmente modulares y tener capacidad de expansión, pero también que su fabricante tenga la voluntad de integrarse con otros fabricantes de tecnología.

Medios de transmisión

Un elemento que sin duda no puede dejarse de lado en esta discusión es sobre la modalidad de transmisión y los medios físicos que se utilizan para ella. En una esquina están los sistemas híbridos y en la otra los 100% digitales, sean cableados o inalámbricos. ¿Qué impacto está teniendo el entorno IP sobre los sistemas de monitoreo ciudadano?

Si se habla de modalidades de transmisión, los sistemas híbridos se mantienen hoy en una posición importante, frente a los sistemas de IP, que vienen creciendo. En cuanto a los medios físicos, el UTP continúa siendo bastante usado, frente a una fibra óptica que gana en adeptos. Los medios inalámbricos siguen ganando popularidad, fundamentalmente porque se han probado a sí mismos como una gran alternativa a la instalación de redes adicionales de cableado estructurado, incluso con ahorros finales en los costos.

En el caso concreto de los sistemas de monitoreo ciudadano, muchos usuarios finales no comprenden muy bien las implicaciones de optar por un sistema IP o por uno híbrido, tal como anota Bustamante. En este caso es cuando se hace muy importante atender las recomendaciones de los expertos para obtener los desempeños esperados.

“Todavía hay mucho desconocimiento en cuanto a lo técnico en un sistema IP. Muchas personas no comprenden por qué se recomiendan en algunos casos sistemas híbridos, por qué se recomienda fibra, como tampoco entienden por qué queremos manipular la transmisión lo máximo posible. Los sistemas inalámbricos se han ido imponiendo por la facilidad en su instalación, así como para excluirlos de las redes empresariales ya que nosotros no recomendamos poner a correr el vídeo sobre la misma red de datos de la empresa sino hacerlo de manera aislada”, comenta.

Agrega que en la actualidad, de los sistemas ciudadanos que se instalan entre un 15 y un 20% son análogos.

Para Gutiérrez, los sistemas IP lograron superar el recelo con que eran observados por los clientes policiales, especialmente por fenómenos como la latencia o retardo en la transmisión de la señal. Pero Alex agrega que “hablando de cámaras no hay diferencia entre usar cámaras con salida análoga y módulo IP externo o cámaras con el módulo IP embebido; el desempeño es igual. La diferencia grande es en el sistema de monitoreo y control donde cada vez se prefiere la solución de grabación IP; el monitoreo puede hacerse en una matriz análoga o una matriz IP, lo importante es que se facilite el manejo al operador a través de controladores tipo Joystick”.

Por su parte, Granda considera que la avalancha que ha tenido la tecnología IP ha impactado de un modo importante la forma como se configuran y utilizan los sistemas de seguridad. “La tecnología IP es ya una realidad en Colombia. En el mundo esto viene desde hace varios años, tal es el caso de Europa que desde hace ya una década ha implementado estos sistemas urbanos, con un manejo muy eficiente. En Colombia es una realidad por que los ISP o carriers, sea UNE, ETB y ahora Telmex, entraron en la tecnología de Metroswitchs, la cual consiste en llevar un puerto IP a cinco o seis kilómetros de distancia. Esta capacidad de transmitir datos vía IP a grandes distancias hace que en el extremo se pueda ubicar cualquier equipo de este tipo. La transmisión se hace extendida Lan to Lan, lo cual significa que si a 10 kilómetros se coloca una cámara y en el centro de gestión se ubica otro equipo activo; por una sesión de datos se levantan los dos (equipos) y esto me permite tener control en tiempo real de dicha cámara, tanto en vídeo como en movimientos PTZ”, dice.

Es importante anotar que en varios países de América Latina se utilizan estos sistemas de monitoreo ciudadano en el control del tráfico automotriz, tal como dice Granda que se hace en viejo continente desde hace algún tiempo. En Colombia, por ejemplo, la imagen de video ya es tomada por las autoridades judiciales y de tránsito como prueba válida en caso de un juicio por un crimen o una infracción de tránsito.

Casos de éxito

Lo hemos dicho en reiteradas oportunidades en esta revista; lo que justifica la utilización de la tecnología es que al final pueda probar su efectividad, en comparación con los resultados obtenidos en caso de no haberlo hecho.

En el caso de Vicon, los resultados para sus clientes finales, luego de haber implementado los sistemas en cuestión, son más que satisfactorios. Sin entrar en detalles de las aplicaciones realizadas, vale la pena mencionar que la utilización de dichos equipos de video vigilancia permitió alcanzar en Puerto Rico (en localidades de bajos recursos con altas tasas de criminalidad) una reducción del crimen del 37% durante el primer año de operación; en Culiacán, México, la criminalidad cayó entre un 38 y un 45% y aunque si bien no se ha podido erradicar completamente el tráfico de drogas, sí se ha reducido, en opinión de las autoridades, en un 12%. En Cancún, si bien no se redujo el crimen, por lo menos sí incrementó la percepción de seguridad de la ciudad, lo cual ayudó al crecimiento del número de visitantes.

Carlos Granda también aporta algunas cifras. En el sistema de cámaras de ciudad que implementaron para cuatro municipalidades (La Estrella, Itagüí, Sabaneta y Envigado) ubicadas al sur de Medellín, la segunda ciudad de Colombia, la comunicación y la coordinación entre fuerzas del orden y empresas de seguridad han sido factores fundamentales, mientras que la tecnología ha sido exclusivamente un recurso de apoyo. Dice Granda que para garantizar el éxito de cualquier proyecto es imprescindible contar con la adecuada participación del recurso humano. En lo que respecta a efectividad, Carlos afirma que en el municipio de Sabaneta, la criminalidad se ha reducido entre un 45 y un 50%. Un elemento muy importante es que la implementación de las cámaras permitió la captura a finales de 2006, de una banda de asaltantes bancarios que tenía asolada la comunidad de estas municipalidades.

En este sentido, se puede afirmar que los sistemas ciudadanos de CCTV han probado su eficacia en cuanto a protección y control del crimen se trata. Seguramente dentro de un año tendremos información de un mayor número de ciudades que ingresaron a la era de la video vigilancia urbana.